Madrid

SASHA BOOM

 

Sasha Boom es un asiático-peruano perfecto para el público con un nivel medio o aficionado, pero que no aportará nada a los que tengan un nivel más pro.

 

Es decir, si has estado ya en Nakeima (10 Lunas), UMO (9 Lunas), Streetxo (9 Lunas), Latasia (9 Lunas), Taramara (8.5 Luna),  El Ingrediente (8.5 Lunas), Kulto (8 Lunas), El Flaco (7.5 Lunas), Tiradito (8 Lunas), Cevicuchería (8 Lunas) y Tampu ( 8 Lunas), entonces Sasha Boom realmente no te va a aportar nada nuevo, y podrás vivir sin conocerlo.

 

En cambio, si aún estás en un nivel principiante, o tu bolsillo no te permite grandes gastos, y además vives por la zona, entonces sí que te recomiendo Sasha Boom, ya que cenarás bien y pagarás 30-35€.

 

Sasha Boom pertenece al mismo grupo que Pink Monkey, otro asiático en Monte Esquinza de este mismo nivel. Ambos restaurantes tienen su origen en el fallecido Asiana, un restaurante que me marcó hace como 10 años, pues ofrecía una muy buena cocina fusión, que por aquel entonces aún no era tan popular, dentro de un precioso anticuario. Cenar allí era toda una experiencia. En aquel momento, Asiana imitaba en parte la cocina de un Diverxo que estaba empezando a nacer. Tenían mucho futuro por delante, pero, al final, Diverxo (10 Lunas) y Streetxo hoy en día son Dioses y, Asiana, se ha quedado en estos dos restaurantes que, sin en absoluto estar mal, obviamente quedan muy lejos del nivel de Dabiz Muñoz.

 

Sasha Boom se encuentra en Raimundo Fernández-Villaverde, en el local que durante muchos años estuvo Lakasa.

 

El local es grande y bien puesto. Cuenta, además, con una muy agradable terraza. Hay buen ambiente y abre los domingos a mediodía. Todo ello son factores que le suman puntos.

 

En nuestra cena, entre dos, probamos:

 

Ceviche Thai de salmón con pesto de cilantro y galanga. No está al nivel de los grandes ceviches de Tiradito, Cevicuchería y Tampu, pero cumple muy dignamente.

 

Kimuchi de zamburiñas y Mejillones con leche de tigre (a los que les sobraba la cebolla frita). Bien.

 

Bao de chipirones con salsa tártara (correcto) y Bao de pato (bien).

 

Satay de pollo con espuma de coco. No me gustó nada la mezcla del pollo con la espuma. Totalmente prescindible.

 

Taco de solomillo, guacamole, crema agria, huevo codorniz y salsa rocoto. Muy parecido a un taco que hacen en El Ingrediente pero sin estar tan rico. Correcto.

 

Dumpling de carabinero. Bien.

 

Risotto de quinoa en tinta de calamar con pulpo anticuchero, alioli de ají amarillo y parmesano. Muy rico. Lo mejor de la cena. Imprescindible.

 

No pedimos postre por ser ya muchísima comida.

 

Muchas de las raciones se pueden tomar perfectamente si sois solo dos, aunque, platos como el rissoto, el ceviche, las costillas o lomo de buey, son para compartir entre 3-4.

 

Para beber, puedes prescindir de los cócteles. Y de vino, debido a que la carta es bastante simple, os recomiendo probar el Tandem de Marruecos (23,75€). Es diferente y está bueno.

 

Todo esto, entre dos, salió a 100€. Me parece un precio justo para lo comido y bebido. De todas formas, no os fieis de esa cuenta porque, verdaderamente, nuestra cena podía haber sido para tres personas, por lo que, por 35€, puedes cenar aquí perfectamente.

 

Aunque este restaurante me ha gustado, no creo que vuelva. Prefiero seguir yendo, y repitiendo, en los ya mencionados al principio de esta crónica.

Dirección: Raimundo Fernández Villaverde 26. Telf: 911995010

Web: www.restaurantesashaboom.com

Yo pagué: 50€ | Precio medio: 35€

Fecha de la visita: OCTUBRE 2018

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