AVISO: Ahora se ha trasladado a Zurbano 59, perdiendo ya toda esa autenticidad que tenía en su ubicación original. Pendiente visitarlo.
La primera vez que cené en Soy Kitchen salí completamente enamorado del sitio y de la comida.
Fue sin duda una de las mejores sorpresas de 2014.
Y me encantó porque por aquel entonces era un sitio absolutamente desconocido con apariencia de típico bar español cutre de barrio donde subías una escalera y te encontrabas un comedor con 6 meses, música de Julio Iglesias, Ghost o Titanic de fondo, una camarera china que apenas sabía español y al frente de la cocina un chino llamado Julito que era todo un personaje y que te preparaba una cocina fusión asiática barata y muy rica.
Esa mezcla de sitio cutre con cocina asiática rica me enamoró y es que como ya decía en mi primera crítica de este sitio: me aburren los restaurantes de primero y segundo. Me aburren los restaurantes serios y elegantes. Me aburre el postureo. Me aburren los restaurantes donde ya de antemano sé qué me voy a encontrar, qué sabores voy a probar y por tanto sé que nada me va a sorprender. Me aburre la gente que no aprecia comer o que se llena con dos hojas de lechuga. A veces, me aburre y cansa la vida misma y la gente que por ella deambula. Me gusta sentarme en las barras. Me gusta que no haya mantel. Me gustan los camareros guindilla. Me gusta que no me den a probar el vino. Me gusta no saber lo que como. Me gusta lo cutre si se come de cojones. Me gustan los menús de 4 horas que acaban en gintonics. Me gustan los chefs que no se lo creen y se sientan a charlar contigo. Me gusta salir a fumar para hacer más llevadera la comida. Me gusta la gente que se atreve a comer de todo y nunca se llena. Me gusta divertirme. Por eso, decía que amaba descubrir sitios como NAKEIMA, STREETXO, SALA DE DESPIECE, LA CANDELA o MONTIA, por poner unos ejemplos.
Desgraciadamente el dinero gobierna este mundo y muchos de esos sitios ya no son lo que eran. Solo Nakeima y Sala de Despiece se mantienen igual o parecidos que al principio. En cambio, La Candela se vino de Valdemorillo a Madrid y subió precio y con el nuevo local perdió parte de su encanto; a Montia les dieron una estrella y ahora tiene unos horarios tan estrictos que como te digan que vayas a las 21:30 y llegue a las 22:00 directamente no te dan de cenar; StreetXo ya es un super Streetxo con unas colas tremendas para cenar ahí; y Soy Kitchen.. ¡ay Soy Kitchen! ¡mi Soy Kitchen!
Os voy a contar qué ha cambiado en Soy Kitchen desde mi última visita de 2014 (septiembre) a mi visita este marzo 2015.
- La zona cutre de bar español de la planta baja está ahora decorada como zona moderna chill out con sofás y mesas altas para tomar un gintonic. Se acabaron esas sillas y mesas cutres donde te encontrabas a un viejete viendo el fútbol.
- El comedor de arriba ya no es nada cutre. Nuevas sillas, nuevos manteles, nuevas copas y nueva cubertería. Todo mucho más moderno. Además han ampliado el comedor con un reservado.
- Ya no suena Julio Iglesias ni la mini cadena sigue ahí en medio.
- Ya no te atiende la camarera china que no sabía español. Ella ahora atiende la zona chill out. Los nuevos camareros son españoles y van uniformados. El que se podría considerar como jefe de sala es un chico español vestido con blazer y chinos, estilo El Ganso.
- Ya no te dan como ticket aquel papel ilegible escrito en chino. Ahora tienes tu ticket normal español.
- Los precios han ascendido. Antes una buena cena salía a 50€. Ahora esa cena sale a 80€. Y ojo con los precios de los vinos, exagerado.
- Los platos están más elaborados, igual que su presentación. Salvando las distancias, intenta asemejarse a la alta cocina moderna. Sigue sin haber carta y Julito te va poniendo platos hasta que dices basta: lubina, entrecote, salmonete, langosta, fideos….todo con mil salsas e ingredientes.
- El sabor de los platos sigue igual aunque, como antes ocurría, casi todos ellos pecan de tener una salsa con un sabor muy parecido: glutamato.
Por todo eso que lo hacía tan especial, era un buen sitio para llevar a un ligue o a alguien y sorprenderle. A 20 personas diferentes había llevado a Soy Kitchen y las 20 salieron encantadas.
En cambio, esta última vez llevé a un ligue prometiéndole un sitio cutre y de lo más original y quedé como el rabo cuando llegamos y me encuentro un restaurante moderno y hasta que se le puede calificar de elegante.
Comimos genial pero pagamos 155€ entre los dos, y coño, 80€ barba es ya precio de restaurante de nivelón y obviamente no los pagas ni en Nakeima o Streetxo que son de calidad superior.
Es una absoluta pena. Ya avisé en mi crítica anterior que ojalá no se perdiera ese espíritu cutre y barato con el que nació pero, como ocurre con todo en la vida, cuando el éxito llama a la puerta, el dinero es lo que más importa y puede pasar esto, que se acaba perdiendo todo el encanto.
Lamentablemente le tengo que bajar de 9 a 6,5 Lunas.
Dirección: Calle Zurbao, 59. 913192551
Web: www.soykitchen.es
Yo pagué: 80€ | Precio medio: 55€
Fecha de la visita: Marzo 2015