Tras Gresca (9 Lunas), Disfrutar (7,5 Lunas), Dos Cielos (8,5 Lunas) y Bar Bas (7,5 Lunas), y antes de Abac (9 Lunas), tocaba Suculent.
Se encuentra en la Rambla Raval, una zona algo chunga con mucha inmigración según he leído. Nosotros fuimos un mediodía y se veía bastante pakistaní pero ambiente muy tranquilo.
Cuenta con varias mesas en la acera y luego una terraza en el boulevard resguardada por una carpa.
El local por dentro parece pequeño y es que al entrar te encuentras la barra y 4 mesas en fila con el espacio justo entre los respaldos de las sillas de y un par de mesas altas. Sin embargo existen luego otras salas muy chulas, entrando por la cocina y subiendo unas escaleras, habiendo un salón privado perfecto para cenas de 10-12 personas.
Para dos, hay una mesa muy bonita en la parte de arriba, pegado a la ventana que da a la calle.
También se puede comer en la barra aunque no me pareció buena opción.
La decoración imita a una tasca antigua pero de diseño con mesas de madera y hierro y lámparas de estilo industrial.
Es un sitio mucho más informal que por ejemplo Gresca.
Servicio joven y amable pero con un pequeño fallo que ya pasó en Bar Bas y es que el ritmo es rapidísimo: odio que me sirvan varios platos a la vez o que me quiten uno poniéndome ya el siguiente. No me gusta acabar de comer en 30 minutos.
La cocina que aquí manejan se puede calificar de autor con bastante toque asiático: platos de siempre de la gastronomía mediterránea y española pero preparados con ideas y técnicas más actuales que nos permiten mejorar lo que ya era bueno antes.
Uno lee la carta y apetece comérsela entera.
Si sois varios, lo perfecto es pedir todo para compartir.
Entre 4, probamos:
Croqueta de rabo de vaca vieja con trompetas de la muerte (2,50€). Allá donde haya una croqueta siempre quiero probarla pues dice mucho de la cocina de un sitio. Crujiente por fuera y tan líquida por dentro que tienes que ponerla para arriba si no quieres que se caiga el relleno. Rica.
Coral de bogavante con coral de pollo thai (5€). Ración pequeña por lo que pedimos 2. De bogavante realmente lo que utilizan es la caca, no te esperes carne. Delicioso.
Ceviche de gamba roja (14€). Buenísimo.
Raya a la mantequilla negra (17,20€). Al nivel de la que podrías tomar aquí en Sacha. Cojonuda.
Sepioneta con foie a la brasa (17,50€). Curioso mar y montaña que funciona. Una salsa para relamer pucheros.
Costillar ibérico con coco tierno y jugo thai (17€). Espectacular.
Pollo del Penedés “pata negra” con gelatina de galeras –crustáceo- (22,50€). Fue una recomendación del restaurante y nos costó decidirnos por no dejar de ser un pollo pero madre mía, este pollo estaba brutal con un jugo para beber litros. El toque de mar de la galera le sienta de maravilla.
De postre, muy rico el pastel de queso brie a la vainilla de Tahití (6€) y bueno el arroz con leche de coco, mango, lima y chile (6€).
Con una botella de un Bierzo Pizarras de Otero (19€) y algún refresco y cafés, salimos a 169€, es decir, 42,25€ por barba. Habiendo comido bastante calidad y todo a un nivel altísimo, me parece un precio justo.
Absolutamente recomendable.
Para aclarar, el porqué a Suculent o a Gresca les doy igual o mayor nota que a sitios como Abac o Dos Cielos es simple: por mitad o un tercio de precio, aquí encuentras platos tan ricos que perfectamente podrían servirse en ellos.
Dirección: Rambla del Raval, 43. BarcelonaTlf: 934436579Web: http://suculent.com/
Yo pagué: 42€ | Precio medio: 35€
Fecha de la visita: Abril 2015