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Fue el restaurante que más me gustó y no solo en Seminyak si no en Bali en general.

Realmente no está en Seminyak sino en Kerobokan, a unos 15 minutos en taxi o moto.

Tanto el local como el servicio como la presentación de los platos es totalmente occidental. Eso puede echar para atrás a quien busque algo más auténtico. Pero también atrae a todos aquellos que quieren cenar bien sin experimentos raros.

La clientela es 100% guiri, siendo un sitio bastante elegante. Imprescindible reservar aunque si vas tarde (22:00) puedes tener mesa.

Tiene una zona de terraza donde puedes cenar viendo el bonito cielo estrellado de Bali, otra zona semi cubierta y luego ya el restaurante de más adentro. El conjunto del restaurante es muy chulo.

Sirven unos cocktails deliciosos, especialmente me gustó el bloody mary.

De primero, nos recomendaron pedir el cerdo crujiente con mandarina. Espectacular. Tierna y sabrosísima la carne acompañada de su tocino.

De segundo, un curry rojo de ternera. Carne de calidad, nada de esos chicles con nervios que a veces se esconden tras los currys. El curry picaba que daba gusto pero uno no podía parar de comerlo.

El otro plato principal fue un pescado hecho a la “parrilla de coco” con chile verde. Creo que ha sido el mejor pescado que he probado en todo el viaje.

Para acompañar todo esto, el clásico arroz frito muy superior a la media que puedes tomar por Bali.

De postre, para bajar tanta comida, una variedad de sorbetes de mandarina, lima y fresa.

Todo esto, con cerveza y cocktails salió a 65€ entre dos. No fue la cena más cara de mi viaje pero casi. No obstante, pagar 65€ por esa calidad y ese ambiente me parece hasta barato.

Dirección:

Web:

Yo pagué: 32.5 euros€ | Precio medio: €

Fecha de la visita: