Pomerania pertenece al mismo grupo que Pointer (4 Lunas). Por eso, cuando subí en Historias de IG que estaba cenando aquí, recibí multitud de mensajes privados de gente ansiosa porque les contara una experiencia infame, similar a la que viví en Pointer, y que aquí cuento: https://dimeunrestaurante.com/restaurantes/pointer
A la gente le gusta mucho la sangre, y es lo que esperaban de mi cena, pero, yo que soy un tipo serio y formal, no doy sangre gratuita, por lo que, tras mis dos visitas a Pomerania, os diré que no hay ningún motivo para hablar mal de este restaurante.
La primera visita fue en una cena, desorganizada, organizada por unas amigas. Teníamos la mesa un jueves a las 21:30 y, como llegamos a las 21:50, nos cancelaron la mesa directamente. Esto sucedió porque, quien reservó la mesa, no pudo atender al teléfono cuando la llamaron, por segunda vez, para confirmar la reserva, ya que iba conduciendo en dirección al restaurante. Entiendo, por tanto, que cancelaran, pero con esto os quiero avisar que parece ser que, tienen tanto éxito, que si llegas más de 15 minutos tarde y no avisas, puedes perder tu mesa.
Como nos quedábamos vendidos y ya estábamos en Pomerania, nos ofrecieron esperar en la barra a que se levantara una mesa, y eso es lo que hicimos. Esa zona de la barra cuenta con varias mesas altas y se llena de gente de las oficinas que hay por la zona y que quedan para unas cañas y picar algo.
Pasada la barra, se encuentra la parte principal del restaurante, bastante grande donde, al fondo, da a una agradable y tranquila terraza alejada de la ruidosa María de Molina. Adicionalmente, hay una segunda planta, también para cenar.
El local, que es donde durante muchos años estuvo Café Saigon, es impresionante. Localazo. El riesgo de semejante espacio en plena Castellana con María de Molina es que el alquiler debe ser tan alto que, como no lo llenes asiduamente, puede que las cuentas empiecen a no cuadrar.
A los 20 minutos de esperar, tomando un vino, ya nos sentaron. Y fue entonces cuando los jefes de sala debieron reconocerme el careto y se lanzaron a cuidarme muy amablemente a fin de evitar un nuevo Pointer-desastre. E igual me ocurrió en la segunda visita, un mediodía entre semana que quedé con un amigo que curra en UBS, clientes habituales de Pomerania por eso de cogerles debajo de la oficina.
Por tanto, excelente el servicio recibido, sin saber cuál será el servicio real.
Respecto al ambiente, mucha gente joven, guapa y coqueta, como es normal en estos sitios de moda.
A diferencia de Pointer, Pomerania no es discoteca, pese a que pongan un DJ para amenizar la noche. Las copas dan mucho dinero, y eso es lo que mantiene abiertos sitios como Pointer o Habanera, por lo que no contar con esa baza siempre conlleva cierto riesgo.
En mis dos visitas, he probado:
Ensaladilla rusa. Muy floja. En vez de servir una ensaladilla clásica de toda la vida, intentar jugar añadiendo ingredientes que no funcionan.
Croquetas de guiso de carrillera y curry. Bien de cremosidad pero sabor sin más.
Verduras hipster a la brasa. Un plato que no tiene ningún interés salvo que seas un vegano.
Raya a la mantequilla negra. Bastante buena.
Solomillo not Wellington. Rico. El nombre me parece una gilipollez ya que no tiene sentido.
Taco de cochinillo balinés. Rica la piel crujiente y bastante correcto el taco en general gracias a la salsa que lleva.
Socarrat de carabineros y setas. Sin más.
Oreja de mero. Bastante bueno.
De postre, está bien la Torrija y correcta la Tarta de queso.
Las raciones son grandes, por lo que recomiendo compartir todo. El precio medio ronda los 40-50€.
Me ha parecido que, sin duda, es el que cuenta con mejor cocina del Grupo Rantanplan (Pointer, Teckel, Chow Chow).
No es un sitio donde yo repetiría motu proprio, salvo quizás cuando abran su agradable terraza, ya que no me aporta nada, pero si alguien me llevara aquí a cenar, no pondría ninguna pega, pues el local es muy chulo, hay buen ambiente y no se come mal.
Si lo único en lo que te fijas es en la cocina, Pomerania no tendrá interés. Pero, si lo que quieres es ir a un sitio chulo, de moda y animado, y no quieres comer mal como en Pointer o Habanera, Pomerania es una buena opción. Recordando que sólo es restaurante, y no también discoteca.
Por eso, como contaba en Zaperoco, sube de 6 a 7 Lunas por esa, llamémoslo, “función social” que cumplen dentro de su categoría, pero insisto, gastronómicamente no tienen interés.
Dirección: María de Molina 4. Telf: 910884550
Yo pagué: 45€ | Precio medio: 40€
Fecha de la visita: ABRIL 2018