ATENCIÓN: CRÍTICA DE HACE MÁS DE 4 AÑOS
CHARLIE CHAMPAGNE es un nuevo restaurante que ofrece una cocina internacional con toques fusión bastante original e interesante.
No es, ni pretende serlo, un Nakeima o Candela pero es un sitio donde se come bien y a precios bastante bajos, siempre y cuando vayas con alguna oferta como la del 30% del Kviar.
El restaurante se encuentra cerca de la Latina en una calle no muy transitada. Eso puede restarle cierta clientela. De hecho, si en vez de en la calle Segovia, Charlie Champagne estuviera en, por ejemplo, Alonso o Malasaña, triunfaría muchísimo más.
Nosotros fuimos un jueves por la noche y estaba prácticamente vacío. Creo que se merecen más éxito del que pude comprobar esa noche. Espero que los fines de semana lo peten más.
El local es bastante chulo ya que son varias cuevas con paredes de piedra y una suave iluminación. Tiene su encanto.
No puedo hablar mucho del ambiente pero intuyo que en fines de semana habrá gente joven y bastantes parejitas. Es una opción para llevar a tu ligue, siempre y cuando tengas la suerte de que haya ambiente porque cenar en esas cuevas prácticamente solos no molaría nada.
Pasemos a la comida.
La carta es muy interesante y todos los platos son apetecibles, al menos por el nombre. Aquí es posible comer de tapas, por raciones, u optar por uno de sus arroces o guisos.
Existen varios menús degustación de tapas o raciones que se acompañan de champagne G.H. Mumm (de ahí su nombre, algo pretencioso por cierto). Esos menús cuestan 35 € y no me parecen caros al incluir ya el champagne. Os aviso que esos menús no entran dentro de las ofertas de descuento.
Nosotros, que éramos cuatro, optamos por decirle a la camarera que nos hiciera ella misma un menú con los que considerara eran los mejores platos.
También le dijimos que queríamos tomar todo para compartir y aquí cometieron un importante error que hizo que la experiencia no fuera tan buena: nos trajeron todos los platos a un ritmo rapidísimo y acabamos saturados. En prácticamente una hora, ya habíamos terminado.
El timing es algo fundamental en cualquier restaurante. Ya sabéis que a mí me gustan las cenas tranquilas, reposadas. Eso no significa que tarden 30 minutos entre plato y plato pero lo que odio es que me sirvan 3 platos a la vez o que en cuanto me retiran un plato ya me estén trayendo el siguiente.
Habrá parejas a las que les gustará ese ritmo rápido porque no tienen nada de qué hablar y se aburren y prefieren acabar pronto, pero yo vaya con quien vaya, me lo paso bien y me gusta una cena relativamente larga.
La cena empezó con una burrata vegetal rellena de pesto (9,10 €, precios siempre con el descuento del 30%). No es nada especial pero como un entrante sencillo está bien.
Tiradito de pez mantequilla, tomate seco y brotes tiernos (9,10 €). No hay restaurante moderno que se precie que no tenga un plato de pez mantequilla. Estaba bastante rico. Merece la pena.
Huevos de corral 62 grados a la brasa con falso carbón de yuca y boletus frescos (18,20 € dos raciones). Es uno de sus platos más famosos y me gustó. Hay que pedirlo.
Una de las especialidades de Charlie Champagne son sus arroces así que nos dieron a probar el de avellana y trufa (8,75 €). No es el arroz de “Que si quieres arroz Catalina” pero por tan bajo precio estaba más que decente.
Pato crujiente con manzana y ensaladita micro (10,85 €). Viene servido a modo de rollito frito, en plan oriental. Otro buen plato.
Atún rojo en tataki con ajo blanco (11,90 €). Este es un plato que Chicote hizo famoso cuando dirigía NODO y que cuando lo probé hace años me encantó. Hoy, en lugar de NODO, está THE HALL donde también sirven este mismo plato al precio de 23€. Aquí, en Charlie Champagne, por la mitad de ese precio, hacen una versión muy correcta. Recomendable.
Y para acabar, nos trajeron un taco de vaca estofado a baja temperatura con tierra de ajos, nieve de aceite de oliva y verduritas (11,20 €). Ya veis que si al plato no le das un nombre especial, hoy en día no eres nadie. Plato parecido a una carrillera con una carne muy tierna y una rica salsa.
De postre, totalmente recomendable el chocolate blanco con mango (4,90 €).Lleva una crema de chocolate blanco que es una bomba calórica pero estaba deliciosa. Y correcto el tiramisú (4,90 €).
Como podéis ver, todos los platos estaban a buen nivel si tenemos en cuenta además que ninguno pasa de 12 € y que las raciones son bastante grandes.
La relación calidad-precio de Charlie Champagne es muy buena.
Con dos botellas de vino (Antídoto a 22 € y Fulanito a 17,50 €), y saliendo absolutamente llenísimos, demasiado incluso, la cuenta fue de 137,15 €, es decir, 35 € por barba.
No hace falta pedir tanto como nosotros, de hecho un postre y uno o dos platos nos sobraron, por lo que el ticket medio aquí es de 25 €.
Es un sitio que recomiendo conozcáis si estáis por La Latina que además ahora con el buen tiempo se empieza a animar. Para ir con tu ligue o para la típica cena de amig@s de no más de 30 €, me parece una opción muy a tener en cuenta. Además el tipo de cocina que ofrece os gustará al ser más original y diferente que otros sitios de moda con carta más pereza como Dray Martina, Patio Fisgon, Saporem, etc etc.
Dirección:
- Calle de Segovia 17, 28005 Madrid
- 913 65 18 45
- http://www.charliechampagne.es/
Yo pagué: 30€ | Precio medio: 35€
Fecha de la visita: 2014