Mi primera opción como restaurante de menos de 100€, y colocado en el top 100 en The World’s 50 best restaurants, fue Septime, pero cerraba por Navidad, por lo que opté por mi segunda opción, Le Chateaubriand, del que me habían contado que era un restaurante donde comer muy bien, sin pagar un pastizal. Mentira. Se come totalmente sin más y pagas 120€ que, en absoluto, lo merecen.
Lo que ya me parece de coña es que este 2018 haya ganado su primera estrella. Este restaurante en España jamás obtendría ese galardón. Por muchas vueltas que le doy, no logro entender qué ven los inspectores para darle la estrella y considerarlo uno de los mejores 100 restaurantes del mundo. No estaría ni entre los 100 mejores de España.
El restaurante se encuentra en una zona alejada del centro y sin interés turístico.
Por dentro tiene aspecto de tasca rancia. Apenas tiene decoración y las pequeñas mesas se acumulan pegadas unas a otras. Muy poca comodidad que parecía no importar a las decenas de personas que abarrotaban el restaurante.
Tremendo e incomprensible el éxito de este sitio entre los parisinos. Al menos tenía buen ambiente joven.
Al frente de la cocina se encuentra el español Iñaki Azpitarte, que ha encontrado la fórmula para ofrecer mediocre cocina española pero que guste a los parisinos y cobrarles 100€ y les parezca barato.
Visto el éxito, entiendo que si Lakasa, Tasquita, Sacha o Cañadío abrieran en París, triunfarían como la Coca Cola. O quizás no. Yo ya no entiendo nada.
Le Chateaubriand funciona con menú único a 75€, que así parece poco, pero luego la comida se te pone en seguida en 100€. Tremenda la caja que debe hacer Iñaki cada día, pues debe dar fácil de comer a más de 100 personas al día.
El menú varía cada día, por lo que también es cierto que la experiencia variará completamente dependiendo del día que vayas.
Empezamos con unos Panecillos de queso que estaban buenos, y un Chupito de ceviche simplemente correcto.
Le siguen unas Tortillitas de camarones bañados en kilos de pimentón. Si los parisinos probaran unas buenas Tortillitas como las de Surtopía…
Pasamos a una Ostra con hierbas, y un Consomé con ravioli de gorgonzola; bien ambos.
Muy sin más los Chipirones con alubias, y el Bacalao con champiñones.
Y el menú acaba con un correcto Pichón sin mérito alguno.
De postre, un buen Tocino de cielo; Helado de calabaza; y un simple trozo de mango.
Para beber, solo hay vinos ecológicos, de esos sin sulfitos que saben a zumo de uva.
242€ costó la cena entre dos.
No quiero ser pesado, pero no encuentro mejor forma de explicároslo que diciendo que, a este precio, Le Chateaubriand no duraría un mes abierto en Madrid.
Y así me despedí de París, con mil y pico euros menos en mi cuenta y con una mezcla tremenda de cabreo y decepción.
Mi consejo: elegid lo que os apetezca en París pero si os fiáis de mí, jamás vayáis a David Toutain ni Le Chateaubriand, y si no os importa pagar 300€, L’Astrance ( 8 Lunas) os gustará pero no creo que os compense.
Podéis llamarme paleto, pero volví a España pensando que somos afortunados por la excelente relación precio-placer que tenemos en España, normal que luego los franceses se vuelvan locos con nuestra gastronomía, aunque muchos no lo quieran reconocer.
Dirección: 129 Avenue Parmentier
Yo pagué: 120€ | Precio medio: 100€
Fecha de la visita: ENERO 2018