Es el restaurante japonés más auténtico y puro que he estado en Madrid.
Tanto su concepto como su comida me han encantado pero me surge una pregunta: ¿gustará este tipo de restaurante al resto de los mortales?
Analicémoslo.
Lo primero que hay que tener en cuenta es que pese a ser un restaurante japonés, no se parece en nada o casi nada al concepto de “japonés” al que estamos acostumbrados. Es decir, si vas a Izariya pensando hincharte a nigiris y makis, te habrás columpiado. Con eso ya pierden a toda la clientela que cuando va a un japo lo que busca es comerse unos nigiris, un temaki y un maki. 70% de los mortales descartados.
El restaurante funciona con cuatro menús: 60-80-100 y 120 €. Precios bastante altos por lo que ya pierden a todos los pelados de esta ciudad o a aquellos para los que gastarse más de 40 € en una cena les parece solo digno de un cumpleaños o aniversario. 85% de los mortales descartados.
El local es sumamente sencillo y sobrio. Vale que está en buena zona –calle Zurbano- pero como local no vale nada. Tiene una barra para 4 personas –que es donde hay que cenar- y luego un pasillo estrecho con 2 o 3 mesas. Creo que hay algún reservado también. No existe decoración alguna. La luz es fuerte. Hay un silencio sepulcral y de fondo suena musiquilla. Además sueles salir con la ropa oliendo a comida. Conclusión: aquí nunca llevarías a una churri para impresionarla ni nunca vendrías a posturear y contar que has estado como sí ocurre con Kabuki W o 99 Eurobuilding donde puedes encontrarte a Ronaldo tranquilamente. Con lo que nos gusta a los madrileños el postureo, si encima de no comerse sushi, hay que pagar 100 € y encima el sitio no es chulo ni está de moda, nos quitamos al 90% de los mortales.
Entonces, ¿a quién coño va dirigido Izariya? Pues a ese bajísimo porcentaje de población que consideramos la comida como el mayor de los placeres de la vida, que no nos importa pagar 100€ si la comida realmente lo vale, que nos gusta probar una cocina japonesa que se aleje de lo típico y que además nos la sopla que el sitio no sea chulo o esté de moda porque cuando queremos posturear vamos a Marieta y listo.
En resumen, Izariya me ha encantado y quiero volver a probar su menú de 120€ pero lamentablemente creo que es un restaurante tan sumamente especial que tengo mis dudas sobre si realmente funcionará en Madrid. Ojalá.
Paso ahora a contar mi experiencia en Izariya.
Al frente del restaurante está el maestro Masahito Okazoe. Este japonés -que no sabe ni papa de español y que parece sacado de la película de Kill Bill- tiene ya varios restaurantes en Japón y ahora ha decidido iniciar una nueva aventura en Madrid. ¿Qué le ha llevado a Masahito a venir desde el mismo Japón hasta Madrid? Desde luego no parece que Masahito tenga ningún vínculo con nuestra ciudad por lo que la única explicación que me queda es que siempre le haya gustado nuestro país y haya querido venir a jubilarse –gastronómicamente hablando- como el guiri que elige Marbella para su retiro vital.
Supongo que también le habrá animado el hecho de que España gracias a Madrid (Kabuki–99 Sushi Bar–Miyama) y Barcelona (Shunka y Koy Shunka) tiene restaurantes japoneses que están en el top de Europa y que además nuestro país cuenta con el mejor pescado posible.
Sea por lo que sea, resulta bastante curioso conocer a Masahito. Su apariencia, calma interior y extrema educación hacen tele transportarte a Japón. Me apasiona la cultura japonesa. ¡¡Tendríamos tanto que aprender de su educación!! Nunca olvidaré una cena en Mugaritz donde un matrimonio japonés fue a cenar con sus dos hijos que tendrían 4-6 años y estos no se movieron en toda la cena y cuando no pudieron más de sueño, inclinaron la cabeza sobre la mesa y se pusieron a dormir. Imaginad cómo hubiese actuado en esa situación el típico crío español que si no se te pone a llorar como un loco se te pone a correr por las mesas.
Como decía, aquí se ofrece una comida japonesa a la que no estamos acostumbrados. Si lo quie quieres es comer sushi, entonces ve a Kabuki o Miyama.
¿Qué se come aquí? Platos que os sonarán a chino como Siizakana, Kuchidori, Oshinogi, Nikumono.
Izariya funciona con menú degustación y hay 4 tipos: El estándar por 80 € (es el que nosotros probamos), uno más ligero por 60 €, otro menú gastronómico por 100 € y el menú top –llamado gourmands- por 120 €.
El menú hay que elegirlo al hacer la reserva.
De cantidad, el de 80 € me pareció más que suficiente. Además hay que tener en cuenta que los menús de 100 o 120 € no implican más platos sino mayor calidad de producto. Según nos explicaron, optar por el de 120 € es elegir que Masahito busque las mejores piezas de pescado y carne del mercado para crearte unos platos de máxima calidad.
Pese a su alta calidad, los precios me parecen demasiado elevados y más para un sitio que acaba de empezar y que aún no conoce ni el tato. Sin vino, una muy buena cena en Kabuki Wellington o 99 Sushi Eurobuilding ronda los 80-100 Euros por lo que hay que echarle huevos para pagar ese mismo precio o incluso más por cenar en Izariya.
Sí o sí tienes que reservar en la barra. Lo contrario es como sentarte en el quinto anfiteatro del Bernabéu.
El menú de 80 € empieza con un Sakiduke que lo explican como “aperitivo del chef” (para que no quede duda sobre en qué consiste este plato). Menos mal que estoy yo para contároslo. Realmente es goma tofu con dashi –caldo de pescado- y kuzu –almidón-. De textura chiclosa que resulta difícil de comer con palillos. Me gustó.
Seguimos con Wanmono que es una sopa clara de vieiras y pescado blanco. Diferente a la típica sopa miso y más rica.
Llega algo más típico: sashimi (Tsukuri). Varios cortes de calamar, toro, atún y pescados blancos. Excelente.
Yakimono. Consiste en un pescado blanco hecho a la parrilla y acompañado de corteza crujiente y erizo. Delicioso.
Nos gustó tanto el erizo que llevaba –me vuelve loco este bicho que como sabéis la mejor época para tomarlo es invierno- que le pedimos un gunkan.
Llega el Kuchidori que se define como amuse-bouch. Menos mal que luego nos trajeron una carta con una descripción más detalla de cada plato porque con estos nombre no había quien se enterara. Este plato consiste en varios mini bocados que sirven a la vez: tempura, croqueta de setas, langostino frito, gunkan de kakuni (cerdo), surinagashi de calabaza (una crema ligera), chips de castañas y shira-ae de kaki (un plato a base de verduras y tofu). Rico.
Pasamos a un plato típico de Japón: IPPIN, que viene a ser setas con foie a la plancha. Muy bueno.
El menú continua con el plato de carne y pescado, y eso que uno a estas alturas ya estará bastante lleno.
De carne nos sirvieron un entrecot a la parrilla muy bueno.
Y como pescado un nigiri diferente: Chirashi Sushi. Este plato consta de una base de arroz aplastada, a modo de tostada, y sobre el mismo pescado variado como atún, huevas o erizo. Un popurrí que llenaba bastante pero que estaba buenísimo.
Mirad que yo estoy acostumbrado a comer mucho pero a este último plato llegué al límite de mis fuerzas. Puede que tuviera un mal día o puede que realmente este menú sea demasiado.
De postre, un bocadito de té verde en helado, flan y dorayaki (mini sándwich tipo Macarons).
Precio final, con un poco de sake y vino, 100 € por barba. ¿Lo vale? Todo estaba muy bueno y la materia prima era excelente pero coño, una cuenta de 100 € son palabras mayores lo que hace que uno se piense dos veces el venir a Izariya.
Mi recomendación es que si ya has probado Umiko, Kappo, Kabuki W, Miyama y 99 Eurobuilding, y realmente te consideras un apasionado de la cocina japonesa, entonces, sin duda, debes probar Izariya. De lo contrario, lo más lógico es que prefieras gastarte antes esos 100 € en cualquiera de los japos top de Madrid o en cualquier otra parte.
Dirección: Calle Zurbano, 63.Tlf: 913083812
Yo pagué: 100€ | Precio medio: 70-150€
Fecha de la visita: Noviembre 2014