Madrid

CRISTINA ORIA

Cristina Oria es una de las restauradoras y cocineras más famosas de Madrid, sobre todo entre el público femenino, donde es casi imposible encontrar a alguien que no haya ido a un catering atendido por ella, tenga algo de su tienda o quiera visitar alguno de sus restaurantes.

 

Sobre la historia profesional de Cristina cabe hacer especial mención, pues es muy motivadora. Licenciada por CUNEF y habiendo empezado a trabajar en consultoría, un día, por circunstancias de la vida, se traslada a París y, con la voluntad de no perder allí el tiempo y seguir aprendiendo, decide estudiar Le Cordon Bleu, hecho que, a su fin, le hizo reorientar su rumbo profesional y abrir un pequeño catering, que terminó convirtiéndose en el Imperio Oria que es hoy en día.

 

Imagino que no seréis pocos los que os habréis planteado más de una vez mandar a la mierda vuestra empresa y montar algo por vuestra cuenta. Si, por ejemplo, los de El Perro y la Galleta, el Babero, Pipa&Co o Cristina Oria lo han hecho, ¿por qué nosotros no?

 

Sin duda, es una apuesta tan admirable como arriesgada, aunque, antes de aventurarte a seguir esos ejemplos, quizás deberías saber que el creador de El perro y la Galleta pertenece a la familia de las galletas Fontaneda, el Babero es de la hija de Florentino Pérez, en Pipa&Co estuvo metido Alonso Aznar, hijo de nuestro expresidente, o que los padres de Cristina eran los dueños de Musgo, una cadena de tiendas de regalos con tremendo éxito hasta 2005.

 

Diciendo esto, no quiero restar el más mínimo mérito a todos ellos. Simplemente es importante aclarar que, no es lo mismo dejar un trabajo y empezar tu propia aventura cuando partes de la nada, que cuando tus padres son empresarios de éxito y tienen contactos, conocimiento y/o dinero. El colchón de seguridad que te puede dar tu familia, en caso de que caigas en este tipo de aventuras, es un factor a tener en cuenta antes de meterse en ella. No es lo mismo deber dinero a un banco que a un padre.

 

Tras su año en París estudiando el curso, Cristina empezó montando, en 2009, un catering, aquí en Madrid. Heredera del buen gusto de sus padres, que quedó reflejado en Musgo, el catering lo creó con una especial atención a los detalles, utilizando vajillas y cuberterías bonitas y elegantes, y dando igual importancia al gusto y a la presentación. Quizás no fuera el catering de mejor calidad, pero sin duda era el más cuidado y bonito visualmente.

 

Además, tuvo una idea magnífica al comprar un precioso camión negro con diseño de los años 60 en el que, hoy en día, sigue transportando sus catering y es fácilmente reconocible por llevar su nombre, Cristina Oria, junto con el lema de: “alta cocina a domicilio”. CHIPÉ para Cristina.

 

Y de repente, en 2011, llegó el boom cuando el Foie de Cristina Oria (que está tremendo) ganó el premio a mejor foie en el Madrid Fusión de ese año. La repercusión de este evento gastronómico es tremenda, por lo que el foie de Cristina Oria empezó a venderse muchísimo a través su web. Junto al foie, sus preciosas cestas y cajas de comida empezaron también a triunfar, cada vez más y más.

 

Gracias a su buen hacer y a esa influencia parisina, Cristina Oria ha creado una marca que los madrileños asocian, y asociarán, al buen gusto y la calidad. Regalar una cesta de Cristina Oria significa mucho más que, por ejemplo, regalar una simple cesta de El Corte Inglés, pues te hace ser embajador de ese buen gusto que acompaña a su marca.

 

Fue cuando el negocio estaba en la cresta de la ola, cuando su marido, Álvaro Corsini (de la familia que fuera dueña de una de las mayores constructoras de este país, Corsán) decidió unirse con ella al negocio de catering y cestas on line, decidiendo en el año 2016 abrir su primer restaurante en Conde de Aranda.

 

Si Cristina ya lo había clavado con el catering, no iba a ser menos con el restaurante. Y así, en pleno Barrio Salamanca, montó un restaurante diferente al resto. Un restaurante que, a la vez, fuera tienda, y donde todo estuviera a la venta. Es decir, entras en el local y puedes sentarte a comer y comprar la vajilla en la que lo haces, llevarte un regalo para alguien, elegir los cubiertos de tu lista de bodas o comprar un foie para cenártelo en casa.

 

CHIPÉ otra vez para Cristina.

 

Pero es que aún faltaría el, por ahora, último CHIPÉ. Y lo ha conseguido con su segundo restaurante. Siguiendo esa idea de tienda-restaurante, ha aprovechado la crisis que asola a la cadena Vips y, en lo que antes era su tienda por excelencia, en el famoso VIPS de Lista (C/Ortega y Gasset), Cristina ha abierto otro precioso restaurante, que es del que ahora os hablo.

 

Este local se divide en cuatro zonas. Primero una pequeña y agradable terraza donde puedes sentarte a tomar algo o almorzar. Luego, nada más entrar, tienes la zona de tienda donde se mezclan productos gourmet, y de take-away, con platos, vajillas y tazas. Todo a la venta. Pasando a la derecha tenemos una barra con 6-8 sitios donde puedes tomar un café y un gofre para merendar, o un vino y foie para picotear. Y ya al fondo el restaurante, que parece más grande gracias al enorme espejo que adorna la pared del fondo.

 

Todo el espacio me parece realmente precioso. Desprende buen gusto por las cuatro paredes.

 

El día de mi visita, nuestra idea no era cenar aquí, pero como nos coge al lado de casa, mientras íbamos paseando lo vimos ya abierto, preguntamos si había mesa en terraza, donde no reservan, y a los 15 minutos nos pudieron montar una mesita para 2.

 

Fue en ese momento cuando, por primera vez, conocí en persona a Cristina Oria, con la que simplemente nos habíamos intercambiado un par de mensajes por Instagram. Aclaro esto porque cuando subí las fotos de mi cena a IG, fueron muchos los que me acusaron de que estaba comprado por Cristina al decir que me había gustado la cena y también por el hecho de que Cristina me invitara a una hamburguesa (que yo iba a pedir de todos modos) y a un gofre, que habrían supuesto 16 euros más, en una cuenta de ya 84 euros.

 

De verdad, que lo de la gente en las redes sociales es de locos. A veces me hablan y piden explicaciones como si yo fuera un organismo del Estrado pagado por los impuestos de los ciudadanos. Encima que voy a cientos de restaurantes, pago, y dedico parte de mi tiempo a contarlo todo en IG o mi web, a modo de pura afición, de modo altruista y para la utilidad del lector como futuro cliente, y aun así me piden explicaciones.

 

La cocina de Cristina Oria es una cocina muy sencilla pero bastante rica, lo que la hace apta para todos los públicos. Nadie en su sano juicio va a ir a comer a Cristina Oria esperándose un Ramen de foie grass y gallina de guinea a la barbacoa, trompetas de los muertos y yema de huevo pochado; ni un Carabinero y yema de huevo inyectada con reducción de sus cabezas.

 

Aquí, te ofrecen un Bikini tartufo (sándwich mixto de jamón trufado y queso) que, siendo un plato tremendamente simple, no por eso deja de estar rico, y que, además, es un plato perfecto para un almuerzo o merienda (7,90€).

 

Ricos también el Tartar de espárragos y alcachofas con aceite de hinojo (11,90€), o la Tarta finita de foie con cebolla caramelizada y lascas de parmesano (9,50€), que es una forma diferente de probar su famoso foie. Si es vuestra primera vez y no habéis probado nunca este foie, os recomiendo pedir la tarta finita de foie, y comprar el foie a pelo para llevar. Aunque tampoco es mala opción probar directamente su foie que se acompaña de una riquísima gelatina de Sauteners (vino blanco francés).

 

El Salmón al horno marinado con soja y jengibre con spaghetti de zanahoria y calabacín (16,90€) es uno de los platos más exitosos de Cristina Oria, y es perfecto para comer un mediodía de trabajo y así no volver pesado a la oficina.

 

Me sorprendió mucho su Hamburguesa con crema de foie y patatas (10,50€). Estaba riquísima y nada pesada.

 

La carne viene muy poco hecha, como debe ser, pero no avisan de ello, por lo que si eres de esos meros aficionados a los que les gusta la carne hecha, entonces acuérdate de decírselo. La hamburguesa viene a pelo, sin queso, salsas o lechuga. Y la crema de foie se sirve aparte, por lo que no eches toda de golpe sino que mejor ve probando. Mención especial para las patatas fritas, deliciosas.

 

De postre, su Tarta de limón con merengue italiano (6,50€) está entre las mejores de Madrid. Hay que probarla. Pero es que ojo al Gofre con chocolate y nata (6,50€). Sé que el gofre es algo muy simple pero, por eso precisamente, no es fácil encontrar un buen gofre como este. Me encantó. Como postre, desayuno o merienda, debes probarlo. Esto fue invitación de Cristina que le hacía ilusión que lo probáramos.

 

Para beber, igual que aquí uno no se espera la cocina de Dabiz Muñoz o de La Tasquita de Enfrente (ambos 10 Lunas), no puedes esperarte la bodega de A’Barra o Coque. En cualquier caso, la carta de vinos me pareció demasiado poco interesante. Pedí un Licinia, un buen vino de Madrid, y estuve comentando con Álvaro Corsini que molaría una carta pequeñita pero con cosas muy bien seleccionadas y originales, haciendo guiños a los vinos de Madrid, que cada vez son mejores. Próximamente.

 

Entre dos, pagamos 84€ pidiendo bastante y con el vino, que fueron 31€.

 

¿Qué es lo que te ofrece Cristina Oria? Pues comer platos sencillos y ricos a precios muy moderados en plena milla de oro, en una esquina como la de Velázquez con Ortega y Gasset, y hacerlo en un sitio precioso, con buen ambiente que mezcla señoronas del barrio de toda la vida, parejas, gente que trabaja por la zona, y mucha niña mona pero ninguna sola.

 

Aquí viene una pareja de parisinos o ingleses, comen y beben lo que yo, y pagan 80€, y no dan crédito.

 

Lo último a destacar del restaurante es que la cocina abre ininterrumpidamente desde las 10:00 hasta media noche, por lo que cualquiera de los platos de la carta los puedes tomar a las 6 de la tarde o a las 12 del mediodía.

 

Como punto negativo para el cliente, hay que decir que, para lograr que su equipo concilie, cierra domingos todo el día y normalmente en festivos también, a pesar de que Cristina podría llenar de gente cinco locales en un domingo durante el momento de desayunos y comidas. Esto dice mucho de su buena forma de dirección. También cierra todo el lunes.

 

Raro será aquel cuya pareja no le diga que quiere comer/cenar/merendar en lo nuevo de Cristina Oria. Pero estad tranquilos, id que os gustará.

 

Dirección: Conde de Aranda 6. Ortga y Gasset 29.

Web: www.cristinaoria.com

Yo pagué: 40€ | Precio medio: 30€

Fecha de la visita: SEPTIEMBRE 2018

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