En los últimos años Madrid está viviendo un auténtico boom de la cocina fusión asiática y lo mejor de todo es que los restaurantes que abren están haciendo las cosas bastante bien.
Quitando DiverXo, que no es que juegue en otra liga sino que directamente es otro deporte, tenemos buenos sitios como Nakeima, Sudestada, Chifa, StreetXo, Candela.
Lo asiático lleva ya un tiempo de moda y no va a parar.
El motivo por el que nos gusta tanto este tipo de comida está claro: estos restaurantes ofrecen sabores nuevos, originales y totalmente diferentes a la comida española a la que estamos acostumbrados, y no hay duda que todo lo nuevo atrae.
A todos nos gustan los restaurantes donde comer un buen chuletón, cochinillo o pescado, pero son sitios donde ya sabemos de antemano lo que nos vamos a encontrar. Podrán sorprendernos por estar mejor o peor, pero el sabor ya lo conocemos.
En cambio a sitios como Chuka uno va a ser sorprendido, a probar cosas nuevas, a experimentar aunque es cierto es que cuando ya has ido muchas veces a este tipo de restaurantes dejas en parte de sorprenderte porque, en uno u otro aspecto, todos acaban pareciéndose.
Chuka abrió en noviembre de 2014 y ya es todo un referente.
Empezaron no admitiendo reservas pero con tanta afluencia de gente ya se puede reservar y han instalado dos turnos: 20:30 y 22:30. Aviso que me cuentan amigos que aun teniendo mesa a las 22:30 les han hecho esperar una hora a que se levantaran los del primer turno. Inadmisible pero es lo que tiene instalar los asquerosos turnos. Suele petarse en fines de semana.
En principio es un sitio para comer relativamente rápido.
El local es cutre y pasa desapercibido desde la calle. Es esa cutrez lo que da el encanto a estos sitios.
A la entrada cuenta con una pequeña cocina que no para de echar humo así que ojito con el olor a fritanga y chinorris que se os va a quedar incrustado en la ropa. Quedáis avisados, sobre todo si luego pretendéis salir de fiesta ya que cuando te acerques a ligar van a pensar que trabajas en un restaurante de fritangas.
En la barra de la entrada se puede comer de pie. Luego hay una barra entrando a la derecha para comer de pie o con taburete, si es que sobra alguno. A continuación hay dos mesas altas, cada una para seis personas. Para mi estas dos son las mejores. Si sois entre dos y cuatro tendréis que compartir mesa con extraños. Hay que aprovechar el espacio, amigos. Al fondo hay 4 mesas donde cenar sentados.
Yo siempre prefiero las mesas altas, incluso en primera cita aunque aquí toque compartir.
La decoración es escasa. Mesas de metal, maderas tipo taberna y un gran dibujo de una tía con cara de loca comiéndose un ramen.
Me encanta el rollo.
Como siempre ocurre en estos sitios, el equipo es muy joven y simpático. Pese a llenarse, todo funciona bastante bien.
La carta va cambiando así que os voy a dejar lo que existe actualmente (septiembre 2015):
Bao Buns (4,5-8€). El bao ya deberíais saber que es un mi bocadillo hecho con pan chino al vapor. Hay cuatro variedades y para gustos las mujeres. Imprescindible el de panceta asada (5,50€). Pura grasa que se te queda pegada a la arteria pero está deliciosa.
Cojonudo también el de pollo frito (6€). Cuidado con este que es una auténtica cerdada comerlo. Para pringarse entero. Es por platos como este en el que incluyo a Chuka en categoría primera cita. Una primera cita debe ser original y divertida y para mi diría mucho de una niña el ver cómo se zampa esta cerdada. Si no se atreve a comerlo, adiós, ¡next! Y ya más cerdo de comer pero delicioso el de cangrejo (8€). Pica un poco.
Fácil de comer y bueno también el de langostino tigre (6€) y puede que os deje más indiferente el de setas (4,50€).
Están pensado para comerse individualmente pero si pides un cuchillo y los partes por la mitad, se comparten perfectamente.
Tienen varios Ramen y el mejor sin duda es el Tatanmen (14€) que lleva panceta y es un pelín picante. El Ramen Miso y Sake (16€) me pareció prescindible aunque la albóndiga de sepia y gama está cojonuda.
Tienen gyozas (10€ / 6 unidades) que están bien. Me gustan las de butifarra y luego las de vaca.
Dob Boki (9€). Es una especie de ensalada con arroz glutinoso, chili coreano y chipirones a la plancha. Para los débiles, cuidado que pica. Obligatorio pedirlo.
El tonkatsu de presa ibérica (16€) que consiste en presa empanada está bueno.
Para ayudaros a aquellos que vayáis con vuestro ligue, que sé que sois bastantes ¡pillines!. os recomiendo pedir tres baos que partáis por la mitad y compartáis. Pedid el Ramen Tatanmen. Tanto los baos como el Ramen no son sexys para comer ya que se te puede quedar la nariz con salsa o tendrás que succionar los fideos pero esa es la gracia. Luego pedid cualquier plato de temporada como la presa.
De postre, solo tienen mochi domut (6€) que está correcto.
Carta de vinos con 6 referencias. Tienen ricos cocktails (os recomiendo el sochu sour –8€- a base de destilado de arroz japonés, yuzu y angostura. Más normalito el mojito.) y cervezas.
El precio medio ronda los 30€ aunque yo haya llegado a pagar 50€ con vino, cocktails y sin compartir los baos.
Para repetir muchas veces.
Dirección: Calle Echegaray, 9 Telf: 640651346
Yo pagué: 50€ | Precio medio: 30€
Fecha de la visita: SEPTIEMBRE 2015