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Sitio mono, con comida normal y precio moderado.

El timbal de aguacate con chipirones está bueno, igual que las croquetas de hongos.

El cordero asado no es de primera calidad pero al menos esto lo camuflaban muy bien con una rica salsa de miel. Lo malo es que cuando se acababa la salsa quedaba una carne más seca que el coño de la Bernarda.

Las albóndigas es una buena opción como segundo.

Respecto al magret, le pasaba lo mismo que al cordero, igual de seco.

De postre un rico souflle de chocolate.

Todo, entre 3, salió 25 euros por barba.

Realmente es un sitio donde aunque no comes mal, tampoco te apetece repetir.