Dos visitas a Montia, antes y después de recibir su estrella michelín en 2014, y en ambas he salido feliz tras haber disfrutado mucho.
Montia se encuentra en El Escorial por lo que si vas desde Madrid mi recomendación es que te quedes allí a dormir.
Yo nunca voy a darme un homenaje si luego tengo que coger el coche. Prefiero pagar un hotel y disfrutar de la cena bebiendo lo que me plazca. Muchos utilizan a sus mujeres como chóferes. Nunca podría salir con una chica que no bebe. Obviamente mi preciosa novia (Instagram: @cris_serra.g ) bebe tanto como yo y, aunque al principio estaba acojonado por si comía poco, he descubierto que, si le gusta, zampa tanto como yo, como ocurrió aquí en Montia. Por eso, entre otras millones de cosas, me casaré con ella.
Os recomiendo el Hotel Florida y habitación con vistas a El Escorial (90€).
Montia es uno de los restaurantes más difíciles de reservar, necesitando para fin de semana incluso 3 meses de antelación.
El local es pequeño. Decorado en tonos blancos, intenta introducir elementos de campo como una chimenea o un mueble con maderas. Se rumorea que más pronto que tarde se cambiarán un sitio más acorde con ellos, es decir, metido en el campo y con su propia huerta que es lo que realmente pega a su cocina.
En Montia solo hay 3 menús: Corto (38€), Largo (52€), XL (56€). A esos precios hay que sumar el maridaje de vinos que prácticamente te obligarán a pedir y que cuesta 20,24 y 26€, respectivamente.
Como veis, para ser un estrella michelín, es de lo más barato que te puedes encontrar.
Como siempre, debéis ir a por el Menú XL que consta de 7 aperitivos, 6 platos, quesos y 2 postres. No os asustéis que la mayoría son raciones pequeñas y nada pesadas. En mi última visita fui con dos pibones, mi novia y su mejor amiga (Instagram: @iaguirresaez), y pudieron con todo perfectamente.
Lo de los vinos es un tema que a algunos no les gustará y es que todos los vinos son ecológicos, sin sulfitos, incluso servidos en jarra de barro como se hacía en sus orígenes. Por eso son vinos diferentes, con recuerdos a la sidra, por lo que si no te gustan te jodes ya que no hay elección, en maridaje o carta, todo el bebercio es así. A mi me encantó probar esos vinos.
Respecto al maridaje, había leído en internet es que son muy tacaños en el sentido de que solo te sirven una copa de cada vino. Mentira. Si lo pides, te rellenarán la copa sin problema para que nunca tengas que comer con la copa vacía.
El menú empieza con un riquísimo aperitivo de cangrejo a la donostiarra que se come en dos cucharadas y te deja con ganas de más. Buenos la bullabesa de langostinos y la perdiz escabechada con paté de higaditos.
Buenísimo el escabeche de níscalos y paloma torcaz.
Cojonuda la tosta de tocino y pechuga de paloma ahumada con queso y angula de monte.
Bueno el mar y montaña de molleja de ternera a la brasa, algas y erizo.
Muy bueno el yogur con tomate, sardina y pan quemado.
Bueno el pie de violeta y carpaccio de langostino.
Brutal el conejo relleno al ajillo con alcachofas.
Muy buena la pasta fresca con liebre y boletus.
Acojonante el jarrete de jabalí.
Y finalmente, como extra, sus callos, picantones, es de los mejores que hay.
Antes del postre te sirven una rica tabla de queso.
Postres correctos como el macarron de apio y manzana verde o el merengue de limón.
Aunque nosotros ampliamos probando vinos que nos iba sacando Dani, el precio máximo serán 92€ por barba.
La verdad que fue una noche absolutamente legendaria y es que en cualquier experiencia gastronómica influye mucho la compañía y esa noche fue inolvidable. Por eso voy a darle 9,5 Lunas porque noches así se viven pocas.
Dirección: Calle Calvario, 4, San Lorenzo del EscorialTelf: 911336988Web: http://www.montia.es/
Yo pagué: 120€ | Precio medio: 80€
Fecha de la visita: Diciembre 2015