Madrid

DOPPELGÄNGER

Aprovechando la polémica surgida por una de las publicaciones que hice en Instagram sobre Doppelgänger, en la que escribía sobre los vinos que ofrece el restaurante, y la reacción del propio restaurante, insultándome al llamarme snob y clasista, me permito desarrollar aquí la crítica sobre el restaurante, así como una pequeña reflexión sobre Instragram y sus usuarios.

 

Una cosa de la que ya me di cuenta hace bastante tiempo, gracias a Instagram, es de la tremenda falta de comprensión lectora de muchos usuarios que, unido al hecho de que cada vez son más las personas incapaces de leer textos de más de 3 segundos, hace de esta red un caldo de cultivo perfecto para polémicas, convirtiéndose muchas de mis publicaciones en una especie de “FORO COCHES” en la parte de los comentarios.

 

Como es de imaginar, a la luz del párrafo anterior, en cada una de mis publicaciones me encuentro con preguntas, entre otras, como: ¿no probaste tal plato? Cuando resulta que ese plato es la segunda foto del post y está comentado en mi texto publicado, o ¿y el precio? Estando publicado el tique.

 

Obviamente, a todo esto hay que sumarle los conocidos como haters, los hooligans de las RRSS, que esperan impacientes a que surja cualquier polémica para poder saltar a la yugular de su víctima.

 

A mayor repercusión y más seguidores, más haters se tienen. Esto es una realidad universal que se cumple especialmente en España.

 

Tras esta reflexión, doy paso a lo que fue mi visita y mi opinión sobre el restaurante.

 

Doppelgänger es un restaurante de cocina “libre”, que mezcla sabores de diversos países, y que se encuentra dentro del Mercado de Antón Martín.

 

Al frente del mismo está Samy, quien hace unos años obtuvo una estrella Michelin en su restaurante Candela Restó, el cual acabó cerrando, motivo por el cual decidió huir de los precios, exigencia y rigidez del mundo de las estrellas para buscar la libertar que permite un restaurante de 30€ dentro de un mercado.

 

La carta va cambiando y es muy breve: 8 platos, algún fuera de carta y varios postres.

 

Ningún plato pasa de los 8€, por lo que es un sitio especialmente barato.

 

Siendo dos o tres, os podéis meter sin problema toda la carta, incluso repetir, si es que os da tiempo.

 

Y es que aquí funcionan por turnos: 13:30, 15:00, 20:00 y 21:45. Cierran domingos y lunes. Teniendo en cuenta que su cocina cierra a las 23:30, y que el Mercado hay que desalojarlo antes de las 00:00, el mejor turno es claramente el de viernes o sábado a las 15:00.

 

Nosotros fuimos un martes al turno de las 21:45 y se nos hizo demasiado corto. Nos hubiese gustado repetir de algún plato y disfrutar de su cocina más relajadamente.

 

Por tanto, se puede decir que aquí sigue habiendo bastante rigidez: tienes que comer en 90 minutos y pirarte.

 

Obviamente, cada uno es libre de poner los turnos y demás reglas que le dé la gana para hacer rentable el restaurante. E igual de libre es el cliente para decidir si ir o no.

 

Mi opinión personal, como alguien al que le gusta probar muchos platos y disfrutar de la comida, bebida y compañía, es que la cocina de este sitio, que está rica en líneas generales, se disfrutaría más sin las prisas propias de un turno de 90 minutos.

 

Entre los platos que probamos, lo mejor fue el Bitter Sweet Pork (cerdo agridulce). Me flipó.

 

Lo otro que más me gustó, sin volarme la cabeza, fue el Udon Soup, Tako de gamba, Aki-Maki (rollito) y el Huevo dragón.

 

De postre, original y rica la Palmera recubierta de mole y cebolla encurtida.

 

A 8€ el plato, si nos centramos solo en la comida, la relación placer-precio es de sobresaliente. Sus platos y este tipo de cocina podrá gustarte más o menos, pero es indiscutible que, posiblemente, no encuentres nada igual en Madrid por 8€.

 

Servicio amable, aunque a veces algo prepotente, y de estilo moderno-hipster, como todo lo que rodea al propio restaurante.

 

Y pasamos a los vinos, foco de la polémica creada.

 

En Instagram publiqué esto:

 

Vinos acorde al estilo del sitio: modernos, rollo hipster, baratos (ninguno pasa de los 23€) y que no conoce casi nadie.

 

No me los compraría en la vida pero si quieres beber vino en vez de cerveza, no te queda otra que pasar por el aro.

 

Al menos tienen un par de referencias de champán a 50€, que es lo que teníamos que haber bebido 🥴.

 

Yendo al grano, voy a desarrollar mi comentario sobre los vinos de Doppelgänger.

 

La carta de vinos la podéis consultar aquí: https://www.qrcarta.com/restaurant/madrid-madrid/doppelg%C3%A4nger/3010/?type=carta&id_carta=6247#platos

 

Quitando el champán, que lo tienen a 50€, ninguno de los vinos pasa de los 23€.

 

Es decir, los vinos están en la misma línea de bajos precios de la comida (8€). Y es que cada vez cuesta más encontrar cartas de vinos con precios moderados, pues son mayoría los restaurantes que te meten un rejón.

 

Ya lo he dicho muchas veces y lo repito: odio y siempre he criticado a los restaurantes con precios prohibitivos en los vinos. Para mí, que disfruto casi igual de la bebida que de la comida, me fastidia mucho tener que pagar 120€ por un vino que en tienda cuesta 40€.

 

Centrándome en los tintos, que junto al champán es lo que casi siempre pido en restaurantes (los blancos, salvo algunas excepciones, no son santo de mi devoción), no conocía ninguno de los tintos de la carta.

 

Dios me libre de pensar que mi ignorancia respecto a sus vinos es compartida por todos los que acuden a este restaurante, pero, sinceramente, mucho me sorprendería si, al hacer una encuesta entre todos los clientes que pasan por Doppelgänger, el 80% de ellos no dijesen que no conocen ninguno.

 

Esto siempre tiene un lado positivo y otro negativo. El positivo es que este tipo de cartas sirven para probar y conocer nuevos vinos. El lado negativo es que vas a ciegas, guiándote solo por la uva y zona del vino, por lo que tendrás que seguir la recomendación del sumiller, cuyo gusto no tiene por qué coincidir con el tuyo.

 

Y aquí es fundamental recordar que en el mundo de los vinos cada persona tendrá su propio gusto.

 

A mí, por dar algunos ejemplos sencillos, me gustan vinos de Comandos G (El Hombre Bala a 16€ o Rozas 1er a 35€), vinos de Raúl Pérez (Saint Jacques a 9€ o Valtuille a 40€), vinos de Telmo Rodríguez como Pegaso Granito (28€), etc., y todos ellos son vinos que se los he dado a probar a algunos amigos y no les han gustado nada, prefiriendo un Pago de los Capellanes (20€) que es un vino que yo nunca pediría.

 

Pues bien, los dos vinos que tomé, SO WHAT y MILAGRITOS, no me gustaron. Eso no significa que fueran una mierda, sino que simplemente no me molaron y no los pediría ni compraría jamás.

 

El problema que yo aquí encuentro es que todos los vinos de la carta parecen del mismo estilo. Por lo tanto, a quien tampoco le gusten este tipo de vinos, no le quedará otra que tener que aguantarse, tomar cerveza o, si te gusta el champán, pedir uno de los dos que tienen en carta a 50€, y que es lo que os recomendaría si os queréis dejar de experimentos con el vino. Y es que un champán te podrá gustar más o menos, pero casi nunca defrauda.

 

Desgraciadamente, en mi visita no hice esto que ahora recomiendo.

 

Lo que ocurrió entonces, es que, tras mi comentario en Instagram, y siendo una crítica en general positiva del restaurante, Samy, que ya tuvo varias enganchadas con clientes a los que no les gustó La Candela, me escribió públicamente lo siguiente, faltas gramaticales y ortográficas incluidas:

 

Si hombre. Menuda falta de respeto a los pequeños productores. Gente tan clasista y snob debería tener más claro dónde comer. Seguramente si hubiera triplicado el precio de los vinos (en contra de el propio productor) hubierais disfrutado el triple.

 

Me parece absolutamente inaceptable que un restaurante responda así a un cliente y encima lo haga públicamente. Y este es el motivo por el que, lo que habrían sido 7 LUNAS, se quede en 0 LUNAS.

 

Hay un derecho fundamental que es el de la libertad de expresión, por lo que Samy es libre de escribir lo que quiera, tanto como lo soy yo. Lo que ocurre es que me parece poco inteligente que un restaurante conteste públicamente esto a un cliente, ya que su comentario lo van a ver decenas de miles de personas, entre los cuales una gran parte decidirá, directamente por ello, ya no ir al restaurante.

 

A raíz de eso, ya se metieron algunos de esos haters de los que antes hablaba, que me atacaban como si yo hubiera hecho afirmaciones como las siguientes:

 

Los vinos de Doppelgänger son una mierda.

 

Los vinos de Doppelgänger son una mierda porque son baratos.

 

Los vinos de Doppelgänger son una mierda porque son españoles.

 

Ojalá tuvieran vinos de 90€.

 

Ojalá tuvieran champán.

 

Comer en un Mercado es una mierda.

 

A la prueba me remito que yo no dije absolutamente nada de eso.

 

Una cosa que siempre me sorprende, pero que lógicamente depende de la forma de ser de cada uno, son aquellos usuarios que, cuando digo que me ha gustado o disgustado un restaurante, entran a atacar o defender al restaurante como si les fuese la vida en ello. Aunque imagino que, quizás, simplemente lo hacen porque son amigos o enemigos del dueño.

 

La Tasquita, Nakeima, Diverxo, Extimar, Smoked Room, etc. son restaurantes 10 Lunas para mi gusto, pero jamás me metería a comentar agresivamente en la cuenta de otro usuario de Instagram que dijese que le han parecido una estafa. Igual que tampoco entraría si un usuario dice que Sushita le parece el mejor japonés de Madrid.

 

En definitiva, está claro que si ya tenía dudas sobre si repetiría el Doppelgänger, opinión compartida por mis dos acompañantes, totalmente ajenos al mundo gastronómico, tras esto no volveré en mi vida.

 

Y eso que, como decía al principio, en absoluto comimos mal, sino que simplemente, por ciertas incomodidades del sitio, y porque la comida no me flipó (a excepción del cerdo agridulce), no me pareció un sitio donde repetir.

 

Para restaurantes en Mercado, mi favorito es TRIPEA (9 Lunas).

 

Dirección: Mercado Antón Martín

Web: www.doppelgangerbar.com

Yo pagué: 55€ | Precio medio: 30€

Fecha de la visita: DICIEMBRE 2021

Entradas Relacionadas

Solicitamos su permiso para obtener datos estadísticos de su navegación en esta web, en cumplimiento del Real Decreto-ley 13/2012. Si continúa navegando consideramos que acepta el uso de cookies. Aceptar