Cada día no paran de abrirse nuevos restaurantes en Madrid, siguiendo el boom gastronómico que parece está viviendo este país y que creo corre el riesgo de explotar, al más puro estilo burbuja inmobiliaria.
De todas esas nuevas aperturas hay algunos sitios que están haciendo las cosas bien y que merece la pena conocer, siendo Bistronomika uno de ellos.
Se encuentra en la calle del famoso Triciclo (8.5 Lunas). El local es pequeño, con apenas decoración. A la entrada cuenta con una pequeña barra y un par de mesas altas. Ahí se encuentra la diminuta cocina, abierta a la sala, donde el chef Carlos Portillo y su ayudante se las apañan para preparar una interesante cocina que mezcla lo tradicional con lo asiático y toques nikkei.
Al fondo se encuentra el comedor, pequeño, con 6 mesas de madera y apenas decoración. Local algo frío que imagino irán decorando poco a poco.
En nuestra visita, un jueves, el restaurante solo estaba medio lleno y es que aún no se le conoce mucho. Ambiente de parejas aunque es un buen sitio para una cena con 4-6 amigos ya que además tiene una cocina que invita a pedir los platos para compartir y así ir probando de todo.
Servicio amable.
Aunque no aparece en carta, puedes pedir medias raciones de algún plato.
Nosotros éramos 4 y llamamos para avisar que llevábamos nuestros propios vinos, a lo que accedieron amablemente si bien su sorpresa fue descomunal cuando nos vieron aparecer con 8 botellas. La camarera se quedó pálida y se empezó a agobiar cuando le pedimos que por favor pusiera a enfriar varios de ellos ya que no tenía hielo suficiente. Al final todo salió bien.
Cuando nos tomó nota y le empezamos a enumerar los platos que queríamos, que venía a ser el 80% de la carta, volvió a entrar en colapso y tuvo que venir el propio dueño quien amablemente nos confeccionó una especie de menú a medida.
De la carta, lo que más nos gustó y justifica la visita fue: Pulpo con patatas y ajada gallega (18€), Pichón de Bresse (26,50€), Chuleta (32€), y Costilla (15€).
Cumplen también el Steak tartar (16€) y las Verdinas con cigala (17€).
Simplemente correcto el Dumpling de gambas y setas (15€), la Navaja con mijo y berza (18€), y el Xargo en tempura (18€). Correcto.
Flojete la Vieira con oreja (8€) donde es bastante mejorable la calidad de ambos productos que se disimula con el picante que se come todo el sabor.
Y de postre, una correcta Torrija (7€).
Sin vinos (que llevábamos nosotros) y yendo a dolor salimos a 65€ por barba, que me pareció un precio justo.
Una cena normal y con vino calculo rondará los 50 Euros, que podrían ser 70-80 Euros si le das a los pescados, que se ha convertido en su gran especialidad.
En líneas generales me ha gustado y seguramente repita tarde o temprano.
Recomendable.
Dirección: Calle Santa María, 29. HuertasTelf: 911386298
Yo pagué: 65€ | Precio medio: 40€
Fecha de la visita: ABRIL 2016