Con diferencia, mi peor cena del verano pasado y lo fue, en parte, por la comida, que me pareció bastante sin más, rozando lo infame, pero, sobre todo, porque sigo sin saber gestionar mis expectativas. Había leído tantas buenas críticas de este sitio, que esperaba la cena con ansia, dando por hecho que iba a disfrutar de lo grande, y resultó todo lo contrario.
Peix & Brases está en la zona del puerto de Denia y ocupa todo un edificio de decoración moderna y con varias zonas bien diferenciadas.
En la entrada, y con alguna mesa alta fuera, está la zona de picoteo.
En la primera planta está el comedor, si bien, en verano, el restaurante propiamente dicho lo pasan a la azotea, que es bastante agradable y es por lo único que lo podría recomendar.
El restaurante ofrece tanto la posibilidad de carta como de menú degustación, habiendo tres tipos de menú: 45€, 66€ y 89€. Siempre hay que ir a por el largo.
El menú me pareció bastante quiero y no puedo, tirando mucho de paripés ya pasados, como los juegos con humos.
El producto que me tocó fue de calidad justita, y el servicio de tercera regional, no daban ninguna explicación del contenido de cada plato.
De hecho, te servían y se iban, llegando a la situación de que, en uno de los pases, “Brou de trufa de verano, yema de huevo y menudillos de ternera”, como no nos dijeron nada, al servirnos la yema e irse pensé que ese era el plato y, cuando me disponía a comerlo, ya aparecieron con los menudillos para completarlo. Surrealista.
Si quieres jugar a creaciones típicas de un estrella Michelin, debes tener, al menos, el servicio en consonancia. Lo contrario queda ridículo.
El desastre de la cena vino con uno de los platos que más me apetecían: “Ventresca de atún lacada con miel de caña”. Este plato lo califiqué como Máximo Infame del Universo, pues el atún era un trozo de grasa que resultaba absolutamente incomestible, y que hizo que se me cerrara el estómago y me amargara la cena.
Obviamente este plato fue devuelto a corrales, indicando que, por favor, no me volvieran a traer otra ventresca. Pues ni puto caso. Sin un lo siento ni nada, me plantaron otra vez un plato de ventresca, como quien te cambia la servilleta. Acojonante.
Partiendo de que doy por hecho que el personal de cocina del restaurante tiene unos mínimos de conocimientos y experiencia sobre el oficio, no consigo explicarme cómo un cocinero es capaz de estar preparando ese plato infame y no darse cuenta de la mierda que va a servir.
Lo que me lleva a dos únicas teorías posibles: a) al cocinero realmente no se le puede calificar como tal, lo que me lleva a plantearme quién de Peix & Brases ha colocado a ese tipo ahí; b) el cocinero era plenamente consciente y se la sudaba, pensando que a lo mejor el plato caía en manos de algún cliente que no se percataría de la infamia.
No sé cuál de las dos teorías es peor.
Respecto al resto del menú, me gustó: “Salazón de ventresca y de mújol”, “Yema con menudillos”; “Gamba roja hervida en agua de mar”; “All i Pebre de gamba blanca y Blanquets”; “Tartar de atún con aliño ahumado”.
Y no me gustó, o me pareció muy sin más: “Pulpo seco”; “Tartar de ostra con aroma de gintonic”; “Espardeñas a la brasa en guiso de batre”; “Almejas escupiñas con tuétanos vegetales”.
En cambio, sí estaban buenos los postres: “Cítricos con sorbete de melocotón” y “Fresitas con panacotta avainillada y rosas”.
Carta de vinos decente, donde un Tondonia Blanco del 2000 fue lo mejor de la cena.
Entre dos, la cena salió a 280€. Un dinero tirado a la basura.
Me da pena porque el sitio prometía, y seguro que hay quien aquí ha disfrutado. Pero yo cuento mis experiencias, buenas o malas, y esta fue nefasta, de modo que cae al hoyo: 4 Lunas y no volveré jamás.
Dirección: Plaça Benidorm 0. Denia. Telf: 965785083
Web: www.peixibrases.com
Yo pagué: 140€ | Precio medio: 100€
Fecha de la visita: AGOSTO 2018