Recomendado por un amigo de Valladolid que entiende mucho de esto, me fui a comer lechazo al FIGÓN DE RECOLETOS, el que dice es el mejor y más conocido de la ciudad para comer este delicioso plato.
El restaurante es todo un clásico de la ciudad y suele llenarse, sobre todo los fines de semana que es cuando acuden muchas familias (con niños).
Tiene 2 plantas y aunque a mí me tocó en la de abajo, me pareció más agradable la planta de arriba.
Aquí se viene a comer lechazo. Puedes pedir un entrante como morcilla o una ensalada como acompañamiento, pero lo que aquí merece la pena es su lechazo.
A nosotros nos apetecía un platito de jamón de entrante (15€) y fue bastante decepción. No merece la pena. Tenía que haber pedido morcilla que dicen está buena.
Llega entonces el lechazo que te enseñan antes de partirlo. Me encantó. Jugoso, tierno y muy buen sabor. Merece la pena acompañarlo con una ensalada bien aliñada.
La ración es generosa así que para 2, como era mi caso, da para bastante. Yo rebañé el plato de lo bueno que estaba.
No pedimos postre porque no creo que merezca la pena.
Para beber tomamos el Ribera de la casa, vaya error. Muy muy flojo el vino.
Toda la comida salió a 88€. Es un sitio para repetir pero yendo directo al lechazo, sin entrantes ni mariconadas, y eligiendo un mejor vino.
Aunque me gustó más el lechazo de Mannix no vi tanta diferencia, sobre todo si tenemos en cuenta que Mannix es un pueblo en la nada y que este sitio está en Valladolid ciudad.
Dirección:
- Calle de la Acera de Recoletos 3, 47004 Valladolid
- 983 39 60 43
Yo pagué: 88 euros€ | Precio medio: €
Fecha de la visita: