Para comer un día en Lisboa elegimos este restaurante que estaba al lado de nuestro apartamento y que nos recomendó el dueño.
Es un restaurante con encanto, auténtico, como a mí me gusta cuando viajo fuera de España. Allá donde vaya me gusta comer en sitios que se note que estás en el país. Si eres guiri y vienes a Madrid y vas a comer a Santceloni podrías estar en Madrid o en Londres. En cambio si vas a Viridiana, Casa Lucio, Sacha (aunque este parezca más francés) o Landó, la cena será más auténtica.
Pues bien, este pequeño local regentado por un portugués/gallego ofrece comida correcta a bajos precios.
Como siempre pasa en Portugal, de aperitivo te pondrán mantequilla, aceitunas y embutidos. NO SON INVITACIÓN DE LA CASA! Si los tocas los pagas y si no los pruebas, no te los cobran. Es algo curiosísimo pero que pasa en todo el país. Es difícil no caer en la tentación de comer una aceituna o untar mantequilla, y más si vienes con hambre.
De comer tomamos unas muy ricas almejas, un correcto bacalau dourado que es uno de los platos típicos de Portugal, una muy rica sopa de bacalao y luego un cocido portugués que es muy parecido al español.
Comer, con vino y postre, sale a unos 20 euros barba y ya digo que no se come nada mal pues es comida casera típica portuguesa.
Dirección:
- Calçada Duque 39, 1200 Lisboa, Portugal
- 351(21)3420300
Yo pagué: 20€ | Precio medio: 20€
Fecha de la visita: 2012