Es posiblemente el mejor restaurante de Madrid de cocina coreana. Y por cocina coreana no entendáis japonesa que no se parecen en nada.
El sitio mola mucho, es muy auténtico y muy acogedor.
Nada más entrar a la izquierda tienes una zona con 3 mesas que es la parte mejor para reservar por ser la más auténtico.
Suele estar frecuentado por propios coreanos así que eso es buena señal.
Los camareros, como siempre ocurre con los asiáticos, son muy atentos, silenciosos, limitándose a hacer su trabajo.
De primero tomamos las empanadillas coreanas que bueno, son como las gyozas de cualquier japo pero fritas. Es un buen entrante pero pasa desapercibido.
Muy ricos los pulpos crudos con salsa picante.
También rico el rollo de huevo con marisco o los tallarines con marisco.
Por último es obligatorio pedir cualquiera de las planchas en mesa. Viene el camarero, te monta un camping gas en medio de la mesa y en una sartén te prepara el plato.
Yo tomé el Kimchi de panceta de cerdo picante. Una vez monten el chiringo, dejarán la carne haciéndose así que mejor no toques nada no vayas a liarla parda (aparte de que abrasa). A los minutos vuelven y lo terminan y a comer. ¡¡¡DELICIOSO!!! La panceta queda algo chiclosa en la boca por lo que si no te fías pide la de lomo de ternera con tallarines que también está buenísima.
No pidas postre.
Todo con cerveza, para 2, cuesta unos 15-20 por barba creo. Insuperable, de ahí que siempre esté lleno.
Dirección:
- Calle de Cristóbal Bordiú 59, 28003 Madrid
- 915 54 20 34
Yo pagué: 25€ | Precio medio: 25€
Fecha de la visita: 2013