MANUAL DE LA PRIMERA CITA

Primera cita y llega la gran pregunta: ¿dónde coño llevo a esta chica a la que solo conozco de una noche de fiesta o que ni siquiera conozco por ser de Tinder?

 

Esta pregunta, obviamente, solo se la harán los hombres, por ser ellos quienes, normalmente, llevan la iniciativa y proponen el primer plan, aunque tengo amigas que han ligado con tíos tan sosos que directamente han tenido que elegir ellas.

 

¿Qué planes hay entonces para una primera cita?

 

Descartemos cine porque proponer eso es de ser un parao de cojones o de tener 15 años.

 

Un plan típico sería tomar unas cañas -previa elección del correspondiente bar (no vale pasar a buscar a tu ligue y meterse en el primer bar que veas)-. Ese plan no me gusta porque ir al Bar Paco de tu calle, aunque puede acabar siendo divertido, me parece poco original, demasiado simple.

 

Por tanto, descartando otros planes tipo conciertos/teatro que ya dependen de las circunstancias del momento, la mejor opción como primera cita siempre es quedar a cenar.

 

Surgen entonces dos temas por resolver: qué día quedar y, lo más importante, dónde ir a cenar.

 

El mejor día para una primera cita es, sin duda, el jueves.

 

Y es que el fin de semana tiene un claro inconveniente: la noche no tiene hora de fin. Y me explico.

 

Si es viernes noche y la cita sale mal, bien porque esa persona es un coñazo, bien porque llevabas seis copas de más cuando os conocisteis y ahora descubres que es Miss/Mister Mordor, o bien porque te ha engañado con sus fotos de Tinder y no es el pibón que parecía, y asumiendo que eres mínimamente educado y no vas a hacer la de ir al baño y salir de ahí huyendo y dejando sola a tu cita, te encontrarás con el problema de que tendrás que cortar la cita inventándote alguna disculpa barata para no alargar más la cita tras la cena, lo que puede resultar violento. El caso típico es que quieras terminar la cita pero sin querer irte a casa, sino saliendo luego con tus amigos, por lo que la disculpa se puede complicar si tienes en cuenta que luego os podéis encontrar en la discoteca.

 

En cambio, los jueves noche la gente está contenta por ser casi fin de semana, si la cosa sale bien y se complica la noche y el viernes llegas al curro resacoso, lo harás con una sonrisa y, además, lo normal es que no trabajes por la tarde y entonces puedas echarte una siesta de pijama y orinal. Pero si la cita sale mal, al ser jueves, siempre podrás decir tras la cena que mañana tienes mucho que trabajar y hacer un ¡NEXT!

 

El último tema por resolver es dónde llevar a tu cita.

 

Ir a Lateral o sitios así está al nivel de proponer cine: muerte.

 

Ir a un sitio de mesita para dos en plan romántico lo único que va a hacer es acojonar a la cita pensando que eres de los que en seguida ya quieren ser novios.

 

En general, cualquier restaurante de sentarse los dos en una mesa enfrente del otro siempre me ha parecido incómodo y, por eso, solo destinado a gente mayor o estirados que te llevan al Paraguas.

 

Esta regla tiene una excepción: terrazas chulas en verano y sitios realmente de moda, informales, muy chulos, con mucho ambiente y música como Amazónico, Numa Pompilio, Bibo, Barra y Mantel, Triciclo, Carbón Negro.

 

Por tanto, me parece que la mejor opción es cenar en un restaurante con mesas altas y/o barra, ya que eso le da un toque informal.

 

Y así, en mi primera cita con Cristina, la llevé a Nakeima, pareciéndome este el mejor restaurante posible para una primera cita: comida asiática riquísima, barra, sitio ruidoso, aire grungee, y ambiente divertido. Lo malo es la cola.

 

De no haber ido a Nakeima, tengo claro que siempre habría elegido un japonés o uno de cocina fusión como Taberna Arallo, Umiko, Kappo, UMO, etc. Y si quieres sacar ya los tanques en la primera cita, siempre puedes ir a Kabuki Wellington o 99 Sushi.

 

De comida tradicional, habría recurrido a sitios donde se beba muy bien (nunca podría salir con alguien que no bebe) como La Fisna, Cuenllas, Media Ración, Angelita Madrid.

 

En caso de que hiciera buen tiempo, habría recurrido a alguna terraza como La Maruca, Lakasa, La Máquina, Álbora.

 

Mexicanos como Salón Cascabel o Mawey también son buena opción para así soltarse bebiendo margaritas, pero lo malo de estos restaurantes es que comer tacos puede resultar un poco guarrete para esa primera cita. Un peruano y beber muchos Piscos también siempre es una opción.

 

En cualquier caso, siempre recomiendo que ya hayáis estado previamente en el restaurante que elijáis, para así sentiros más cómodos, y tened cuidado con cualquier sitio donde no se admitan reservas como Sala Despiece, Streetxo, barra de Laredo, etc, ya que como lleguéis y esté lleno, o tienes un plan B claro o puedes hacer el ridículo.

 

Tras la cena, o incluso antes, una muy buena opción es ir a alguna coctelería como Salmón Gurú, De Diego, Viva Madrid, Santos y Malditos.

 

 

 

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