LO PEOR Y LO MEJOR DEL 2016

Ahora que todos han publicado su lista de los mejores restaurantes de 2016, yo voy a contaros cuáles han sido mis peores experiencias del año.

La siguiente lista no es una clasificación por lo que no sigue un orden de mal a peor.

  • Quique Dacosta (Denia). Incomprensiblemente tiene tres estrellas y se encuentra entre los 50 mejores del mundo según theworlds50best.com. 300 euros/persona tirados en una cena donde predominan la técnica y paripé sobre el sabor. Quique debería dejar un tiempo los selfies de dandy para buscar platos más sabrosos. 4 Lunas.
  • Atrio (Cáceres). La materialización del lujo que se devalúa si no va acompañado de grandes platos. El plan completo, que es dormir en el hotel y cenar en el restaurante, sale a 500 euros/persona y, una vez y no más Santo Tomás. Su bodega es una las mejores del mundo pero con precios mareantes. 6 Lunas.
  • Enoteca Pinchiorri (Florencia). Tras hincar rodilla, fui a celebrarlo al único tres estrellas de la Toscana. Esta experiencia costó 870 euros/2 personas. Carta con vinos desde 100 euros para arriba. Es un sitio solo destinado para turistas ostentosos. 6 Lunas.
  • A fuego negro (San Sebastián). Unos expertos en vender humo, negro. Su rollo canalla queda en ridículo tras probar su menú degustación donde la mayoría de los platos están a un nivel bajísimo para una ciudad con grandes sitios de pinchos (Cuchara San Telmo) y restaurantes (Zuberoa). 3 Lunas.
  • Monastrell (Alicante). El único estrella Michelín de Alicante es de un nivel muy mediocre. Es un claro ejemplo de los sin sentido de la Guía. Mucho mejor su hermano pequeño, La Terraza del Gourmet. Le salva de la quema su agradable terraza. 6 Lunas.
  • La Finca de Susi Díaz (Elche). Esperaba mucho más de esta cocinera famosa por ser jurado de Topchef. Si participas en un programa así, asume que se te va a exigir mucho. Un restaurante hecho a la medida para conseguir una estrella Michelín pero cuya cocina no ofrece nada especial. No recibe peor puntuación por su agradable terraza. 6,5 Lunas.
  • NoNaMe (Madrid). Iba esperando encontrarme el nuevo Nakeima y la decepción fue terrible. 5 Lunas.
  • The River Cafe (Nueva York). Aquí pagué la turistada del viaje. Se le vende como un restaurante con preciosas vistas a Manhattan y, salvo que consigas una de las 4 mesas de la ventana, no hay vistas. Incluso en esas mesas, las vistas no son las de las fotografías. 4 Lunas.
  • ABC Kitchen (Nueva York). Se le supone uno de los sitios de moda de Manhattan y ni el local ni el ambiente estaban a la altura de lo que se espera de esta maravillosa ciudad. Cocina absolutamente sin más. 4 Lunas.
  • V Zatisi (Praga). Se le supone uno de los sitios más cool de Praga y fue una decepción. El hecho de que lo recomienden en Telva ya debería ser suficiente para no ir, pero yo me sacrifico por vosotros, voy y os cuento la verdad. 4 Lunas.
  • Kurayamiza Miyashita (Tokyo). Fue la experiencia kaiseki de mi viaje a Japón y me demostró que, en ciertos aspectos, nuestro paladar dista mucho del de los japoneses. 5,5 Lunas.
  • Cannibal y Random (Madrid). Claros ejemplos de los típicos sitios de moda en Madrid donde solo importa la decoración y la cocina pasa a cuarto plano. Podría meter también a Habanera, Perrachica, Mamita, Lupita, etc. 6 Lunas y no menos gracias a que encajan perfectamente en la categoría sitio de moda/plan de chicas.

Otros restaurantes de los que me esperaba más y me dejaron indiferente fueron Pakta (Barcelona), Ereta (Alicante), Contra y Cosme (Nueva York).

Y para que no todo sean malas experiencias, también os cuento los restaurantes donde más he disfrutado.

Como odio que me timen, y aunque a veces me tenga que sacrificar por vosotros para poder contároslo, la verdad es que cada vez me la juego menos con los restaurantes y prefiero ir sobre seguro, buscando sobre todo sitios que manejen un excelente producto o donde el sabor no pierda frente a la técnica. Por eso, espero que la lista de los peores restaurantes sea cada año más corta y, en cambio, la de las grandes experiencias sea infinita.

 

  • Nakeima (Madrid). La barra que más visito en Madrid. Cenar aquí es disfrute y diversión garantizado. No conozco una sola persona que hable mal de Nakeima. 10 Lunas.
  • Diverxo (Madrid). Cuatro visitas este año explican lo que me gusta este restaurante cuya experiencia es única. 10 Lunas.
  • La Tasquita de Enfrente (Madrid). Uno de los templos del producto en España. Mi festival de diciembre fue legendario. 10 Lunas.
  • Zuberoa (San Sebastián). Un clásico inmortal. Necesito visitarlo cada año para ser feliz. 10 Lunas.
  • Kabuki Wellington (Madrid). El mejor japonés-fusión de España y posiblemente de Europa. Ponerse en las manos de Ricardo Sanz es garantía de máximo disfrute. 10 Lunas.
  • Yayo Daporta (Cambados). Una de las sorpresas del año. No esperaba nada y resultó una gran cena. Ser jurado de Topchef no le ha hecho descuidar la cocina. 9 Lunas.
  • Esquina (Nueva York). Este mexicano con aires de clandestino es de lo más animado de Manhattan. La cocina, aunque buena, no es ni mucho menos de 10 Lunas pero el conjunto del sitio hace que sea de visita obligada.
  • Eska (Praga). Tras varias decepciones, me recomendaron este restaurante y fue una cena magnífica en el ambiente más cool de Praga. 9 Lunas.
  • Celler Can Roca (Gerona). La felicidad máxima. Nadie debe morir sin conocerlo. 10 Lunas.
  • Tampu (Madrid). El mejor peruano de Madrid por fin tiene un local a la altura de su cocina. 9 Lunas.
  • Venta Moncalvillo (La Rioja). Cocina sabrosa, sin mariconadas, con un trato extraordinario. La nueva reforma del local con vistas a la huerta hace que sea junto a Echaurren lo mejor de La Rioja. 9,5 Lunas.
  • 99 Susi Bar Eurobuilding (Madrid). El japonés favorito de Cristina. 9 Lunas.
  • Daisan Harumi (Tokyo). Como ocurre con Sushiso Masa, hay que probar uno de las grandes barras de sushi de Tokyo para poder apreciar lo que es la perfección en el arroz y el corte del pescado. 9,5 Lunas.
  • Lera (Zamora). El templo de la caza. 10 Lunas.
  • Solana (Cantabria). Por sus preciosas vistas y su maravillosa cocina basada en el sabor, fue la mejor comida del verano. 9,5 Lunas.
  • Hortensio (Madrid). Acogedor restaurante de esos que necesitamos en Madrid para hacer frente a la tontería que nos invade. Su postre de turrón es orgásmico. 9 Lunas.
  • El Carmen de Montesión (Toledo). Decidimos celebrar aquí la despedida de soltero de un amigo, una despedida sin disfraces de polla ni putadas al novio, simplemente comer unos buenos amigos y disfrutar. Y vaya si disfrutamos. Fue una comida memorable a un precio inmejorable, 90€, para ser un estrella michelín de los mejores de España.
  • La Bien Aparecida (Madrid). Una cocina cada vez más elaborada de la mano de José Manuel de Dios, junto a un trato excelente, hace que sea de mis favoritos de Madrid. 9 Lunas.
  • BonAmb (Javea). Acaba de recibir la segunda estrella Michelín y aquí la Guía sí que ha acertado. 9 Lunas.
  • Noor (Córdoba). Sin duda, la mejor sorpresa del año. 10 Lunas.
  • Hertog Jang (Bruselas). Un ejemplo de lo que debe ser un 3 estrellas. 9 Lunas.

Otras grandísimas experiencias las he tenido en Rekondo (San Sebastián), Lakasa (Madrid), Umiko (Madrid), Triciclo (Madrid), Bomba Bistró (Madrid), Narciso (Madrid), Miyama (Madrid) al que habrá que seguir en su nueva aventura tras la marcha del gran Hiroshi que ha abierto Tori Key, restaurante que seguramente entre entre los mejores de 2017, Faralló (Denia), Salón Cascabel (Madrid), Askuabarra (Madrid), StreetXo (Madrid), Sacha (Madrid), Taberna Verdejo (Madrid), A Barra (Madrid), Monia (Escorial) y Ca Joan (Madrid).

Los restaurantes a los que más ganas tengo de ir este 2017 son Santceloni (Madrid), Kappo (Madrid), KBK (Madrid), Mugaritz (San Sebastián), Enigma y Tickets (Barcelona), Casa Antonio (Jaén), L’escaleta (Alicante), Casa Gerardo y Casa Marcial (Asturias), Noma (Copenhague), Canton 8 (Shanghai).

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