Madrid

VIRIDIANA

Es uno de los restaurantes más clásicos y legendarios de Madrid.

Al frente del mismo se encuentra todo un personaje llamado Abraham García.

Viridiana es, o era, uno de esos restaurantes donde iban a comer los propios chefs.

Es famoso, o lo fue, por ser el primer restaurante de Madrid en hacer una cocina de fusión. De hecho, el archifamoso Dabid Muñoz (DiverXo) empezó aquí.

Como veis, he usado los tiempos verbales en presente y pasado porque considero que Viridiana vive de su gloria pasada y hoy en día ya no es lo que era.

Cuatro han sido las visitas a este restaurante y es posible que esta haya sido la última. Sinceramente creo que Abraham se aprovecha de los clientes poniendo unos precios absolutamente desorbitados, y uno ya tiene percebes en los cojones tras visitar tantos restaurantes como para saber dónde te engañan.

Viridiana tiene dos plantas. La de arriba es pequeña y está decorada con muchos cuadros y flores. Resulta bastante acogedor, incluso romántico, y es la que más me gusta. La planta de abajo es una cueva –toda de ladrillo, con luz tenue, rollo un poco clandestino- y se usa para mesas de muchas personas. Cuenta con una mesa redonda perfecta para 6.

La carta es relativamente corta y se basa mucho en la casquería que es sin duda la gran especialidad de Viridiana y sobre lo que recomiendo centres exclusivamente tu comida aquí.

Los platos se mueven entre los 20€ –el más barato- y 35€. Es muy curiosa la descripción de muchos de ellos y merece la pena escuchar a Abraham cantarlos. Tiene un rollo poeta y una actitud de sobrao que me resulta graciosa aunque hay a quien puede molestar.

Una opción es ponerse en manos de Abraham y que él te confeccione el menú a medida. ¡ERROR! Eso es lo que hicimos nosotros esta última vez y salimos bastante cabreados.

El menú cuesta 110€ o lo que le salga del rabo a Abraham así que cuidadito. Y cuidadito también con los vinos que aquí tienen fama de metértelas dobladas.

Por tanto mi recomendación es que ni de coña pidáis su menú degustación sino que os hagáis vosotros mismos un menú con los platos de la carta que más os gusten.

Y antes de hablar de mi cena una advertencia: ojo con la digestión que tras una comida aquí va a ser dura.

Nuestro menú empezó con un aperitivo de sus famosas lentejas, buenísimas.

Siguió con unos exquisitos caracoles cocinados con hierbas pirenaicas y un suave ali-oli (25€ en carta).

El plato de casquería fueron las mollejitas de cordero sobre garbanzos (27€ en carta). Platazo.

Nos trajeron entonces uno de sus platos más famosos, el huevo con trufa y boletus. Está delicioso pero cuesta la barbaridad de 33€. Ni de coña lo vale. El margen de beneficio de este plato debe ser escandaloso porque de trufa, que es lo más caro, te rallan 4 trozos.

Llega entonces uno de los momentos de la noche: nos sirven una puta ensalada estilo Florette de supermercado absolutamente insulsa. No dábamos crédito. ¿110€ de menú y pones una jodida ensalada?

Por si esto no fuera suficiente, tras la Florette nos traen como plato de pescado ¡un pez espada! En el menú de 110€ de Viridiana, el pescado no es un salmonete ni una lubina ni una gamba roja, no, es un jodido pez espada que en el supermercado te cuesta la bandeja 5€. Vergonzoso. Un absoluto timo.

Y para acabar el menú, una cazuelita con solomillo de vaca que no era nada especial.

Tras el huevo con trufa, el menú cayó en picado.

De postre (todos a 13€ fuera de carta), una rica crema quemada de maracuyá y un correcto panna cotta de chocolate.

Nos pusimos entonces a analizar el menú y el producto que habíamos comido: unos caracoles, unas mollejitas, un huevo frito con trufa, una ensalada Florette, un puto pez espada y un poco de solomillo de vaca. Y esto por 110 Eurazos.

Ya el colofón del timo fue lo siguiente: de los 5 que éramos una persona se puso mala justo al principio del menú y pidió no le sirvieran más platos. Llega la cuenta ¡y nos cobran 5 menús a 110€! Lamentable.

No nos quedó más remedio que protestar ante los pobres camareros –Abraham ya se había pirado haciendo la mítica de desaparecer cuando llega la cuenta a las mesas para que así no le caneen- y nos dejaron cada menú en 90€ (incluido el de la persona que no comió).

450€ de menús que con un champagne Piollot (39€), un tinto Las Cercas (37€) y un Riesling Terra Montosa 2011 (37€), la cena salió a 563€, es decir, 115€ por persona.

Nuestras conclusiones tras la cena son varias:

Viridiana es un sitio muy caro, y me refiero a caro en su verdadero significado: que excede mucho del valor o estimación regular. Cenar en El Celler y pagar 300€ no es caro. Hincharte a producto en Etxebarri y pagar 200€ tampoco lo es. Pagar 115€ por lo que comimos en Viridiana, sí es caro.

Abraham se aprovecha de su nombre y fama pasada para timar.

No veo ningún sentido a pagar 115€ por cenar en Viridiana pudiendo pagar menos –incluso la mitad- y disfrutar más en restaurantes como Sacha, Lakasa, Tasquita, Buena Vida, Horcher, Zalacaín, Sudestada, La Candela, Bomba Bistró, El Escaparate. Y aunque sea otro tipo de comida, por ese precio te pegas un homenaje brutal a producto en Kabuki W, O’Pazo. Hay tantísimos sitios con excelente producto donde disfrutar más y pagar mucho menos que en Viridiana que podría llenar 10 GB de contenido.

Y un último ejemplo: el menú degustación del Carmen de Montesión cuesta 70€, tiene una estrella, dura 4 horas, y disfrutas veinte veces más que en Viridiana pagando 115€.

Dirección: Juan de Mena, 14. Tlf: 915311039

Web: www.restauranteviridiana.com

Yo pagué: 115€ | Precio medio: 100€

Fecha de la visita: FEBRERO 2015

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