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Contaba en mi crítica de Navaja (8 Lunas) que pido a mis amigos que me informen de todo aquel restaurante nuevo que visiten y les guste.

Suelen ser sitios de menos de 50€ ya que los de este precio o superior los tengo ya casi todos visitados.

Por eso en los próximos meses mi objetivo es ir a restaurantes cuyo precio medio ronde los 30€. Necesito acercarme más al pueblo, siempre claro sin dejar de visitar o repetir sitios top.

La misma persona que me recomendó Navaja me habló otro día de Pajarita como un sitio que le había encantado y de precio muy barato.

Me puse a leer varias críticas por internet y bastante gente lo ponía de la hostia, como uno de los nuevos restaurantes que lo iba a petar en Madrid. No obstante, también había otros que lo ponían a caldo.

Para haceros salir de dudas, fui a comprobarlo.

A Pajarita fui con un ligue de estómago pequeño pero buen paladar. Si recordáis, siempre soñaba que si un día tenía novia, esta tendría que comer mucho, beber vino y no estar gorda. No está gorda –es guapísima- y bebe mucho pero se llena literalmente a los 3 bocados por lo cual no puedo hincharme a pedir cuando voy mano a mano con ella así que en Pajarita no pude probar mucho, aunque mejor porque fue bastante mierda.

El restaurante se encuentra en una callejuela detrás de Pachá. Es pequeño. Cuenta con un una barra y un par de mesas altas a la entrada y dos pequeños espacios con mesas para sentarte y que pueden servir para una cita. El primero cuenta con 3 mesas de dos y el del fondo, dando a la cocina abierta, hay 4 mesas para 4. Por su tamaño hay poca intimidad.

Ambiente joven.

La cocina es una especie de fusión España-México-Asia.

Todos los platos de la carta resultan bastante originales y muy apetecibles. Suelen llevar nombres con paridas tipo: la que has liado repollito para explicar un plato de lomo de cerdo enrollado en repollo. A veces por querer ser original acabas haciendo el ridículo.

Todo está concebido para ser compartido. Cuenta además con un menú de 5 platos más postre por 32€ para 2 personas (precio total no por persona).

La calidad será mala pero al menos es muy barato.

Nosotros optamos por pedir de carta aquello que había leído por internet que era lo más rico:

Nombre chorra: Padrón Popper. Significado: pimientos del padrón rellenos de crema de mejillones (3€ / 7 pimientos). Barato de cojones, sin duda. Resultado: sin más; la mezcla de pimiento más mejillón no dice nada.

Nombre chorra: sashimi de berenjena. Significado: berenjena glaseada en sirope, caldo de ave y compota picante de tomate (4,5€). Resultado: malo.

Nombre chorra: huevos divorciados. Significado: yema de huevo con arroz inflado, galleta de tomate, bizcocho con trufa (6€). Resultado: muy flojo. El arroz inflado creaba la sensación de estar desayunando unos putos choco krispis.

Nombre chorra: bombitas de camarón. Significado: camarón en curry y quisquillas con causa limeña (6€). Resultado: totalmente sin más.

Nombre chorra: baozi de cebón. Significado: típico bao de entraña con alioli de chiles (6€ / 2 baos). Resultado: millones de años luz de un bao de Chuka o Nakeima.

Tras tanto fracaso, omitimos pedir postre.

Lo mejor de la cena fue el vino, un Toro Incrédulo a 19€.

Pagamos 22€ por barba que viene a ser lo mismo que pagué en Navaja y que me gustó mucho más.

Hacía tiempo que no suspendía a un restaurante en España pero en este caso no tengo más remedio pese a que sea un sitio barato y original.

La originalidad sin sabor no sirve de nada. Directo al hoyo.

Dirección: Calle Apodaca, nº 20Tlf: 915917310Web: http://www.barpajarita.com/

Web:

Yo pagué: 22€ | Precio medio: 20€

Fecha de la visita: Octubre 2015