Bilbao

MINA

Se va acabando el 2017 y mi cena de agosto en Mina va a colarse entre mis mejores experiencias del año. De hecho, si nos atenemos a los restaurantes que he conocido por primera vez este año, junto a Hotel de Ville (Suiza), Bardal, Bagá, BonAmb y Cebo, Mina es donde más he disfrutado.

Mina se encuentra en una de las orillas peatonales de la Ría de Nervión y parece algo escondido.

El restaurante es muy pequeño ya que solo tiene 6 mesas ovaladas, siendo la capacidad total de 25 comensales.

La decoración es sencilla y moderna, con maderas, paredes de piedra y varios ventanales con vistas al Río. Resulta, en definitiva, moderna, de líneas limpias, pero acogedora.

Aparte de las mesas, hay una barra para 8 personas con vistas a la cocina que, sin duda, es lo más atractivo de Mina, siendo imprescindible vivir la experiencia desde ahí.

Me recordó un poco a la barra de Hedone (Londres). Me gusta que cada vez se vayan poniendo más de moda las barras en cocina. Cenar mientras ves todo el ajetreo de la preparación de los platos me parece la mejor experiencia.

La cocina que aquí practican es “de mercado, de temporada y de sabor”. Es increíble que, a veces, tengamos que reivindicar el protagonismo del sabor, como si fuera una excepción, cuando la regla tendría que ser que el sabor fuera siempre el principal protagonista.

En Mina solo hay menú degustación, que va desde los 74€ el más ligero, 85€ el de 10 platos, y 110€ el menú largo que consta de 14 platos. Siempre el largo.

El contenido del menú varía constantemente según la materia prima que haya disponible.

En mi visita, agosto de 2017, los 14 platos del menú me parecieron de notable alto para arriba, algo complicadísimo de encontrar hoy en día en los restaurantes con estrella Michelin.

De nivel DIOS fueron: Mejillón, coco, citronella y tomate picante; Begihaundi (calamar) a modo de risotto; Pastrami de ventresca de atún; Besugo en su guiso de verduras de verano.

Otros platos riquísimos fueron: Tuétano, setas y patata; Codorniz a la brasa; Vieira asada con fondo de verduras tostadas; Queso marino e infusión de champiñón; Ostra, ginebra y cítricos; Chicharro ahumado.

Y ricos, pero no tan sorprendentes, fueron la Corvina con crema de aberquina; Callos de bacalao.

Postre de alto nivel como la Leche de caserío.

Con champú y algún cocktail que os recomiendo pedir de aperitivo, salimos a 160€ barba.

Me encantó la experiencia. Por eso, hablando con varios lugareños, me sorprende descubrir que muchos bilbaínos de la calle no tienen a Mina como un referente en Bilbao pues lo consideran “un sitio de esos de alta cocina donde sirven cuatro mariconadas”.  Y por eso me dispongo a lanzar el siguiente mensaje:

“Bilbaínos del mundo, debéis estar orgullosos de tener en Bilbao un restaurante de este nivel y os animo a que vayáis a conocerlo. Su cocina creo que gustará a todo el mundo, a diferencia de Nerua, otro grandísimo restaurante de Bilbao pero que practica una cocina más compleja que puede que no conecte tan fácilmente como lo hace Mina”.

Se lleva un 10 porque la experiencia en barra le hace alcanzar la Luna.

Cierra domingos noche, lunes y martes, salvo en verano y Navidad que suele ampliar horario.

Dirección: Martzana kaia s/n. BilbaoTelf: 944795938Web: http://www.restaurantemina.es/

Web:

Yo pagué: 160€ | Precio medio: 140€

Fecha de la visita: AGOSTO 2017

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